Libro: Estado, pensamiento crítico y políticas públicas LIBRO IIESES 2018 | Page 114

114 requieren disposiciones legales más claras y detalladas para mejorar la eficiencia gubernamental. En suma, es una postura que privilegia los planteamientos normativos – jurídicos. Es claro que es necesario superar esta visión de que las organizaciones cambian por decreto, pero también desde la perspectiva orgánica la solución es parcial. Así, podría lograrse un aparato más eficaz, pero no necesariamente más legítimo ni sensible a las demandas sociales. De hecho un aparato tecnocrático puede estar altamente identificado con los fines definidos en la cúpula estatal y ser impecablemente eficaz, pero cabe la posibilidad también de que esté totalmente desvinculado de la sociedad (Cabrero, 1995). Finalmente, en el tercer nivel de análisis (legitimidad), se percibe a la modernización como un proceso necesario para reestablecer el diálogo Estado– sociedad como una solución a la crisis de legitimidad del aparato estatal. En esta perspectiva, la administración pública es percibida como un aparato que se reproduce a sí mismo, regenerándose en una existencia para sí. Aparato de dominación, unilateral y autoritario, desvinculado de la sociedad, la cual busca cada vez más, nuevas formas de organización social, colectiva y autónoma, evitando al máximo la dependencia del aparato estatal (Cabrero, 1995). En este enfoque, el objetivo de la modernización es el cambio en las formas de interlocución Estado–sociedad, mecanismos diversos y no tradicionales que permitan la fluidez del diálogo, la comunicación, la concertación y sobre todo la participación y voluntad de la ciudadanía. Una participación no sólo al nivel de la demanda, sino también en la gestión y seguimiento de las políticas y proyectos que se ejecuten (Cabrero, 1995). Las soluciones propuestas son de carácter político–administrativo e implican una mayor democratización para restituir los equilibrios que demanda la sociedad. El diseño de estructuras flexibles y ágiles de comunicación y un permanente esfuerzo de autocrítica pueden ser los motores de una reconceptualización del aparato estatal. A estas alturas, debe ser claro que un proceso de modernización integral de la administración pública debe contemplar necesariamente los tres niveles (Cabrero, 1995). La creación del gobierno electrónico, impulsado por el cambio tecnológico, tiene el potencial de revolucionar el quehacer gubernamental y contribuir a lograr estos tres ejes de modernización, dotándolo de mayor eficiencia en el uso de los