Libro: Estado, pensamiento crítico y políticas públicas LIBRO IIESES 2018 | Page 101

101 abran puertas a nuevas formas de ser, estar y hacer nuestras prácticas educativas. La complejidad nos acerca a las diferentes realidades sociales, procesos educativos y sus problemáticas existentes; vivimos inmersos en un proceso de incertidumbre e incapaces de formular certezas totales, condición por la cual nos es necesario conocer y adaptar el conocimiento para poder actuar en el mundo conscientemente. La práctica docente reflexiva la consideramos como proceso de autogestión y gestión del aprendizaje en la formación de profesionales de la educación que transformen las prácticas pedagógicas actuales. Para Canal y otros (2011, 13) la educación relacional es “un proceso social que propicia una dinámica auto-organizativa del aprendizaje; se sustenta en el cultivo consciente de las relaciones de aprendizaje con las que el sujeto visualiza, siente, analiza, comprende y vive su interrelación dinámica con la realidad”. La educación debe proporcionar orientación sólida que cubra las necesidades del docente y el aprendiente como seres humanos y agentes de cambios en los distintos entornos socio-culturales. Coincido con los autores antes mencionados y Calvo (2008) del mapa escolar al territorio educativo al enfatizar el cultivo de las relaciones de aprendizaje que realizamos como seres humanos, por ejemplo: los educadores, como acompañantes en el proceso educativo, tenemos que fomentar aprendizajes significativos que pongan en práctica lo teórico-metodológico y epistémico para contribuir a crear y recrear las relaciones de aprendizaje que le permita al aprendiente re-significar la educación al recuperar lo sencillo, lo natural, lo obvio, lo simple, lo espontáneo, lo auténtico, lo fácil, lo posible, lo mágico, etcétera, que están en nuestra cotidianeidad para fortalecer su aprendizaje autónomo. Recuperar y reorganizar las experiencias de aprendizaje desde el vivir y en el convivir nos conduce a nuevas relaciones posibles. El diálogo reflexivo da pauta a una educación holística genuina, sensible, libre, autónoma, autorregulada con una manera diferente de asumir re-aprender, repensar, resentir y co-aprender. La conciencia flexibiliza la mente nos permite religar los conocimientos, saberes, sensaciones y emociones que se conjugan en el proceso enseñanza-aprendizaje compartido y coherente que emerge de la práctica cotidiana de encuentros e intercambios revitalizando nuestra