Libro digital 1 TOMO-5 | Page 48

20 JosÉ DE LA RIVA-AGÜERO
yamboa, publicada en Alemania el ' mismo año, ni la del Padre Morúa,( sic) editada con mucha posterioridad ". Es 1lOtoria, sobre todo su variación de criterio sobre la encuesta toledana, sobre la que dice, ahora, cosa sustancialmente distinta de la de 1910: " Las capitales informaciones recogidas por el ' Virrey ' J oledo no habían aparecido en su integridad y sólo podían leerse en el breve extracto que publicó ] iménez de la Espada ". En realidad las 1nformacio- 1Ies completas publicadas por Leviller dicen en el fondo lo mismo que el extracto de 1880. Es el criterio de Riva­ Agüero el que ha variado, por la influencia decisiva de 1:1!> oesía heróica guardada por las panacas principales. Rivt1- Agüero se va entregando pausada pero seguramente ti la evidencia. Al referir los orígenes del Cuzco habla ya de las crueldades de Mama Ojllo contra las tribus vencidas, ve · ladas por Yarcilaso. Al describir el cuadro de las luchas primitivas dice: "' Jodas estos combates entre ayllus congéneres, cruentas invasiones de territorios e inmolaciones de víctimas humanas, nos alejan mucho de la idílica leyenda que deleitó a los peruanistas del siglo X ' V111 y predomina todavía en buena parte de los del X1X ". Por el estilo son sus acotaciones en el prólogo al libro sobre el 1mperio de ' Horacio ' H. 1lrteaga. En tono provocador de polémica presentista dice: " peca la tradición incaica por sus tendendas socialistas y despóticas cuyos deprimentes resultados analiza con tanta maestría el contemparáneo Baudin. Es la menos lIberal y democrática de las dos, por más C ¡ ue duela a la mayoría de sus panegiristas: su ideal fue el orden, el método, la disciplina y la jerarquía ".
La visión madura y final del 1mperio la alcanza Riva­ Agüero en el libro Civilización Tradicional Peruana. Epoca
Prehispánica( 1937), en el que el contenido de la crónica de Saf ' miento de yambod se absorbe íntegramente en el relato de los hechos externos y en el que predomina ya la versión