EL IMPERIO INCAICO 17
men negativo de la libertad. El socialismo tuvo, para él resultados enervantes sobre las naciones del 1mperio. Acostumbró al pueblo con tranquila indiferencia a cualquier yugo extraño, desarraigó toda iniciativa, " hizo de una de las tazas mejor dotadas de la América indígena una tímida grey de esclavos taciturnos " y llevó al 1mperio a la " semildad apática " de todas las sociedades de tipo análogo: chi-
110S, egipcios, indostanos, persas, romanos, rusos. El aristócrata liberal salva, sin embargo, de esta decadencia a la casta noble incaica. [ as virtudes viriles se refugiaron, según él, en la aristocracia política y guerrera y en la lucha final contra los españoles fue esa clase la única que resistió en el levantamiento de JWanco 1nca, en tanto que " los antiguos súbditos, sumidos en su automatismo y marasmo habituales, desoyeron las exhortaciones de rebeldía que salían de ' Vilcabamba ".
En este mismo libro Riva-Agüero torna a caracterizar la índole de las instituciones sociales incaicas, de acuerdo en parte C011 los postulados de la sociología de su época. Afirma que los 1ncas 110 inventaron la comunidad de aldea, surgida de la agricultura, sino que fue una institución primordial y espontánea. En algunas provincias antes de los 1ncas se había llegado a fOt ' mas de prOPiedad o de exp! o tación agrícola particularizada. [ os 1ncas impusieroil, sin embargo, su inflexible colectivismo. Llevaron la socialización económica al más alto grado: absoluta proscriPción de la proPiedad individual, requisición para el trabajo rústico y militar, anual repartición de lotes, faenas comunes y tur-
110S, graneros y almacenes públicos, asistencia a pobres y viudas, rigurosas leyes suntuarias, matrÍlnonio obligatorio y omnipotencia del Estado '. A este sistema rígidamente socialista-que tuvo sus buenas y malas cualidades- le sucedió " el desenfrenado y anárquico individualismo español ".