EL IMPERIO INCAICO
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de los campesinos.- Entre las mayores empresas de los
reyes, se rememoraban las obras de irrigación y deseca-
ción, y las defensas hidráulicas.- Los adornos suntuarios
eran con frecuencia de turquesas y de cobre.- Continuos
elogios oficiales a la clemencia del monarca, y efectiva se-
veridad del régimen, cuyas crueldades y opresiones ex-
presan las leyendas de las piedras cansadas, que se tras-
mitieron tanto en el Egipto como en el Perú incaico, a
título de maldiciones populares contra los ingentes edifi-
cios y los padecimientos que contaban y suponían.
Mucho menos significativas y abundantes son las seme-
janzas que pueden hallarse con los imperios mesopotáni-
cos, el babilonio y el asirio. País de mesetas y desiertos,
de acequias y de adobes, ceñido al norte por grandes mon-
tañas nevadas, Mesopotamia no deja de ofrecer parecido
con determinadas regiones del Perú. De los Incas se pue-
de decir, como dijeron de la Semíramis fabulosa, que ((o-
bligaron a los ríos a cambiar de curso para fertilizar las
tierras". Tuvieron los caldeo s de común con los indios pe-
ruanos: la iniciativa en la metalurgia, acá y allá tan inno-
vadora ¡- la cerámica excelente ¡- los tejidos esmerados
y brillantes ¡- la comunidad de aldea, como base de la
propiedad territorial, con división de lotes por familias,
antes que la conquista elamita introdujera la propiedad
individual y el testamento ¡- la forma de templos y pala-
cios en pirámides, con escaleras exteriores¡- el paso de la
uterinidad a la agnación ¡- la identidad de varios ins-
trumentos de labranza (por ejemplo, al arado caldeo es
idéntico a la tijlla peruana) ¡- la trasmigración de pueblos
vencidos, en la misma escala que los mitimaes incaicos¡-
la pericia en la ejecución de grandes caminos ¡- la exa-
cerbada crueldad en las penas y escarmientos ¡- el uso
frecuentísimo de trofeos de cráneos. La antigua colección
de Caparó Muñiz en el Cuzco, tiene un quero en que el
Inca aparece escoltado por eunucos y abanicos de plumas,