Libro digital 1 TOMO-5 | Page 396

368 JosÉ DE LA RIVA-AGÜERO príncipes vasallos, por las remotas fronteras.- Capataces subalternos de las cuadrillas de campesinos y trabajadores, (que en la vieja China se llamaron seucbang y en el Perú camayoc).~ Reglamentación excesiva, gobierno que es una mezcla de tiranía y paternalismo, de próvida benevo- lencia en las miras sistemáticas y de atroces suplicios en la diaria ejecución. No menores son las semejanzas con el Egipto faraónico en su período del Antiguo Imperio. Muchas todavía se hallan hasta la dinastía décima octava. El Perú indígena fue un Egipto más extenso pero discon- tinuo, fraccionado, sin Nilo unificador, en que los terre~ nos bajos y de quebrada se adicionan con dificultad a montañas y mesetas como las de Etiopía; civilización de oasis, entre rocas y arenas, adobes y piedras, acequias, desiertos, sepulcros y momias; nación eternamente dúpli- ce, como el Alto y el Bajo Egipto, en que la rivalidad costeña de Nazca y Chincha, Pachacámaj y Chanchán contra el Collao y el Cuzco, y luego la del Norte quiteño contra el Sur incaico, parecen revivir la de Tebaida y el Delta, y sus respectivas capitales, la de Tinis, Nequeb y Tebas, contra Buto y MenOs, Sais y Alejandría.- En la Edad Antigua de Egipto no había moneda ni hierro, y el metal predominante era el bronce, como en el Perú de los incas.- El calendario egipcio más arcaico fue lu- nar, como el peruano. Luego se combina con el Sol; y se divide en tres estaciones de cuatro meses cada una, cada estación con una fiesta principal (Los dos Ráymis incai- cos y la Situa).- Subsisten las huellas del totemismo, pero casi siempre agnaticio y endogámico.- La organi- zación de los nomos recuerda la de los ayIlos.- Hay una rigorosa serie anual y ritual de faenas agrícolas, muy so- lemnizadas.- El fundamento del culto es la adoración del Sol y de los muertos.- El dios Huiracocha se parece bastante a Osiris y a Horus-Ra.- Hay vislumbres e in- tentos de monoteísmo.- En las teocracias faraónica e