Libro digital 1 TOMO-5 | Page 382

354 JOSE DE LA RIVA-AGÜERO pas frescas y acabó de apaciguar los confines de los bra camoros. Al frente del nuevo ejército peruano puso a Huan- ca Auqui, que unos creen hermano suyo y otros primo- hermano, como hijo de Apu Ilaquita, el antiguo gobernador o virrey del Cuzco Bajo Huayna Cápaj. Los cuzqueños y cañaris, apoyados por los contingentes chachapoyas, que se mostraron en esta coyuntura muy fieles, ofrecieron re- sistencia en Cajas de Palta, que puede ser la sierra o nudo de Cajanuma al sur de la moderna Loja. Desbaratados allí, hicieron frente de nuevo, al norte de Huancabamba, en otra Caja (frecuentísimo nombre para los puertos o angosturas de las cordilleras peruanas), junto a la laguna que se llama todavía de las Huarangas, y las estancias de Jumbre y Sapalache. Por un movimiento que acredita cierta pericia estratégica, los capitanes de Atahuallpa cortaron en dos porciones el ejército de Huanca Auqui, arrojando las tropas de los chachapoyas al Este, hacia la provincia de los huambos, y los pueblos de Cutervo y Socota. Huanca Auqui no logró rehacerse sino entre Cajamarca y Hua- machuco. Sus fracasos habían despertado graves sospechas en la corte cuzqueña i y se refiere que poco después de las derrotas entre Tomebamba y Cajanuma, le enviaron por escarnio ropas y preseas mujeriles. Acude a la me- moria la anécdota bizantina de Narsés. Atahuallpa se fue a Túmbez, a proveer la defensa con- tra los isleños de la Puná, que se habían declarado por Huáscar y que habían destruído los principales edificios tumbecinos. Cuentan algunos que en esta expedición sa- lió herido Atahuallpa de un flechazo; otros, como Cabello Balboa, la niegan. Más abajo de Huamachuco, entre Con- chuco s y Huari, hubo otra reñida batalla. Challcochima señaló con precisión el sitio, cuando volvió a pasar por él ya en compañía de los españoles que regresaban de Pachacámaj. Según consta en el diario de Estete, refirió Challcochima que junto al pueblo de Huari tuvo un en-