Libro digital 1 TOMO-5 | Page 374

346 JosÉ DE LA RIVA-AGÜERO Atauchi, y se proponían asesinar a la emperatriz viuda Rahua. Fue denunciada la conspiración. Cusi Atauchi, a 5:abiendas o ignorante de lo que se urdía, acudió a la or- dinaria audiencia matinal de Huáscar; y lo detuvieron y despedazaron en los umbrales del palacio. No pararon aquí lOS castigos sino que algunos de los ancianos consejeros de Huayna Cápaj se vieron arrestados y torturados, y fue- ron ejecutados en el trayecto de Limatambo a Anta. Con semejantes escenas, se alteraron los quiteño s de la comi- tiva; y muchos retrocedieron para anunciar a Atahuallpa y los generales del Norte las agitaciones del Cuzco. Con- tinuaron las exequias todo el resto del año. ConcIuídas, se procedió a la ostentosa coronación de Huáscar y a su matrimonio con la nueva Coya hermana, Chuqui Huipay, tras los obligatorios ayunos rituales a que tenía que so- meterse el Emperador. Oficiaba, como Huillac Umu, el Apu ChaIco Yupanqui (nombre muy usado por los Sumos Sacerdotes), orejón descendiente del Inca Huiracocha, co- mo de la panaca o linaje Socso AyUo. Para las fiestas, se erigió en el barrio de Sappi un deslumbrante jardín arti- ficial de oro, y se labró para las danzas de la gran plaza la maroma de oro en forma de serpiente o amaru esmal- tado, que convenía al nombre de coronación del nuevo imperante (huasca, soga gruesa, cordón largo). Este nom" bre le había sido impuesto, no por dicho adorno, sino en recuerdo del lugar donde nació, que era el palacio de Huascarquíhuar o Huascarpata, próximo a la laguna de Muyna. Allá fue el recién coronado en peregrinación re- ligiosa, lo propio que a Huanacauri y a los santuarios del Titijaja y de Tiahuanaco, lo que es otra prueba del ca- rácter solariego que se atribuía a la gran metrópoli arrui- nada del Callao. Huáscar, al culto de Huiracocha, cuidaba de agregar siempre la advocación solar, o inti, cuyo título llevaba.