Libro digital 1 TOMO-5 | Page 359

EL lMPER10 lNCA1CO 331 en que tanto he insistido. Es la natural repetición de la vida, la reacción lógica que habían de provocar las des- mesuradas conquistas de Pachacútej y Túpaj en tan ex- tensas y quebradas regiones. Es muy verosímil que aquí se coloque el primer viaje de Huayna a Tomebamba, a- donde lo atraían los recuerdos de su nacimiento y pri- meros años. Amplió y adornó las moradas en que vivieron sus padres; y como estaba reciente el luto de su madre, la Coya Ojllo, le erigió una estatua de oro en los aposentos del nuevo palacio. Se llamó éste Mullucancha o MuIluturu, porque decoraban sus habitaciones, templando la adustez del estilo incaico, las conchas marinas rojas, semejantes a los corales, puestas en moda por la mayor relación con las civilizaciones costeñas. En uno de los barrios de T 0- mebamba se levantó el Usnu, gran piedra consagrada al Sol y destinada a la proclamación de las sentencias judicia- les. Aun se perpetúa su nombre en uno de los barrios de la moderna ciudad de Cuenca. De Tomebamba y la región de Quito, hubo de volver entonces al Cuzco Huayna Cápaj y emprender los otros viajes al Cuntisuyu y al Collasuyu. Fue gran peregrinante, muy solícito en su obligación de recorrer todos los domi- nios. Los indios contaban de él que no dejó porción al- guna del Tahuantinsuyu por visitar y atender. Acudía en todas al reparo y apertura de los caminos, y a la esmerada distribución de las aguas. En Chuquiabo (La Paz actual) dispuso 10 conveniente para el laboreo del oro y la cría de los ganados. En Cochabamba, que desaguó e irrigó, dejó establecidos mitimaes coIlas, porque esta raza mul- tiplicaba mucho, y se mostraba entonces dócil y fiel, es- carmentada con los castigos de Pachacútej y Túpaj Yu- panqui. Por los tardíos mitimaes eolIas se explica el ay- marismo en algunos distritos de Cochabamba. Hizo Huay- na Cápaj reparar luego las fortalezas de su padre contra los chiriguanas; y por el reino de Tujma y Umahuaca,