Libro digital 1 TOMO-5 | Page 348

320 JosÉ DE LA RIVA-AGÜERO
padeció muchas sublevaciones de provincias fronterizas y centrales, y algunas de los mismos orejones, como la conspiración de su hermano el visitador general Túpaj Cápaj. Prevenido de sus intentos, Túpaj Yupanqui lo mató, así como a sus consejeros y partidarios de más cuenta. A los inferiores redujo a la condición de siervos personales, llamados yanaconas, a diferencia de la gente común o vulgar, hatunruna, que venían a ser como siervos de la gleba en sus respectivos ayIlos. No es imposible que corresponda a Túpaj Yupanqui, y no a su hermano predecesor Amaru Túpaj Yupanqui, haber aquietado la rebelión de los ollantaytambos, que es argumento del drama españolizado Ollanta. EstalIaron otras insurrecciones en el norte del imperio. Al debelarlas, fue saqueada y destruída la ciudad de Chanchán, capital del Gran Chimú, vasallo infiel; y se rindieron las fortalezas de Jallca, Suta y Levantu, al sur de Chachapoyas. La indómita rebeldía de esta región de los chachas y maynas, frontera extremadura o marca oriental de Chinchaysuyu, se explica por su lejanía y fragosidad, y porque además la poblaban los emigrados chancas de Hanco Huallu, vecinos y confederados de congéneres de los mochicas, cuyos lejanos peregrinos parentescos marítimos he explicado ya. De ahí que en Chachapoyas, al lado de toponimia quechua y aymara( collacala por ejemplo), advirtamos nombres de la misma familia que las localidades de Trujillo y Lambayeque( Chilingote. Chisil, Mangalpón, Tupén, Yamón, Ocumal y Tadamal).
Tornando a vadear el Marañón hacia el oeste, Túpaj Yupanqui intentó conquistar la región de los bracamoros, poblada por flecheros salvajes, venidos del norte amazónico. Se vió obligado a desistir del empeño por la insalubridad del clima y las dificultades de la zona para el ejército serrano. Mucho mejor fortuna tuvo en la altura de lo que hoy se denomina Ecuador. Bien sea como prín-