Libro digital 1 TOMO-5 | Page 332

304 JosÉ DE LA RIVA-ACÜERO de Cutirsajpampa y Queachili, señaladas como teatro de ia famosa victoria (cutirsajpampa que significa literalmente el llano en que retrocedieron los agresores). Por allí cer- ca se indicaba la altura santa de Churuncana, que domi- na la de Carmen ca y divide los caminos de la pampa de Anta y de Yucay, ejes en la historia de la invasión chanca. Este cerro Churuncana estaba dedicado al dios Huiracocha, protector del Inca, y en él se rogaba por la permanencia y dilatación de sus buenos sucesos guerre- ros. En el otro lado, por el llano de Chita, lugar designado en la leyenda con el nombre de! destierro y la visión del príncipe bajo el mando de su padre Yáhuar Huájaj, se veían el manantial denominado Huiracochapuquio, que de- bió de ser el de la visión, pues según recordamos se rea- lizó en una fuente; otra llamada Urcopuquio, quizá rela- tivo a su desgraciado hermano; y la huaca de la abra o meseta Carahuacasa en que se conservaba un puma, por rara coincidencia e! totem de los chancas. En el mismo rumbo, y nótese que al cuidado de la cofradía de los supa- nacas, representantes y descendientes del Inca Huiracocha, estaba junto al templo del Sol el duplicado del dios Tixi Huiracocha, que era una piedra semejante a las pururau- caso Otra piedra, llamada también de Huiracocha, se re- fería al propio Inca aunque estuviera al cuidado de los descendientes de su padre Yáhuar Huájaj. A más de estos indicios de carácter local, no deja de pesar el argumento de haber sido el entierro del Inca Huiracocha e! de ma- yor fama de riquezas y de tesoros ocultos, razón por la cual lo descubrió Gonzalo Pizarro y al apropiarse de sus muchos objetos preciosos quemó la momia del soberano. No se compadece con esta opulencia extraordinaria, que expresa según costumbre numerosas victorias y conquistas, la imagen del monarca destronado y muerto en desgracia. El Padre Acosta dice de Huiracocha "Inca que fue muy rico, e hizo grandes vajillas de oro y plata", signo de im-