Libro digital 1 TOMO-5 | Page 320

292 JosÉ DE LA RIVA-AGÜERO que coincide con Cobo; y después la dilatación por Vilcas, Sulla y Hatunsulla hasta el mar. Añade que por medio de su hijo Yáhuar Huájaj ganó Antisuyo y Paucartambo, de acuerdo aquí con Huaman Poma de Ayala, y que a- vanzó algo pqr el Collao y las Charcas. Anello Oliva, que según dijimos lo llama Quispi Yupanqui, y lo vitupera por libertino y descuidado, recuerda que en su época se rebelaron las regiones del norte, las cuales en su tan es- tragada versión amplía hasta Quito, y que asaltaron el Cuzco, junto al que fueron al cabo derrotados los inva- sores. Me parece que hay aquí una ostensible contamina- ción con la posterior guerra de los chancas bajo el Inca Huiracocha. El séptimo soberano incaico, segundo de la dinastía de Hanan Cuzco, debió de recibir el infausto renombre de Y áhuar Huájaj como consecuencia de las desdichas de su período. Otro fue su propio nombre, y tuvo además diversos apelativos honoríficos y rituales. Las Informacio- nes de Vaca de Castro y Montesinos lo llaman Mayta Yupanqui. Cieza lo identifica con Cápaj Yupanqui. El Pa- lentino le dice Yupanqui a secas; y Sarmiento de Gamboa lo intitula Titu Cusi Huallpa Yupanqui. Casi todos los cronistas refieren la leyenda de su cautiverio cuando ni- ño entre los ayarmacas, al sur del Cuzco, y su liberación por los de Anta y Jaquijahuana. Son éstos ecos de nue- vas guerras intestinas entre los orejones, probablemente <:'Etimulados por el cambio de dinastía. Después, durante 8U reinado, las Informaciones de Vaca de Castro lo reco- nocen belicoso y emprendedor, y confiesan que ensanchó <:] imperio por el océano hasta el Cuntisuyu, y por el Co- lIasuyu de una parte hasta el Desaguadero y de la otra hasta Huancane. Con diferencia de un reinado, la direc- ción de las conquistas es la que para esta época señaló más o menos Garcilaso. Juan Santa Cruz Pachacuti lo cree despilfarrado, benigno y liberal en demasía; y cuenta