Libro digital 1 TOMO-5 | Page 319

EL IMPERIO INCAICO 291 Cieza admite las campañas de Inca Roja por el Cun- tisuyu. Cabello Balboa cuenta que tuvo que someter por sí y su hermano Apu Mayta a las naciones vecinas, to- davía independientes. Puede esta vaga noticia aludir, tanto é' las insurrecciones de los confederados, como al proceso de centralización y fuerte unificación monárquica, obra específica de los hanancuzcos. Prosigue Cabello Balboa atribuyendo a Inca Roja la victoria sobre los mascas y su jefe Huari Huaca. Adviértase que los mascas y chilques, dos viejos ayllos hurincuzcos establecidos en las comarcas de Paruro y Pacaritambo, probables hermanos de Manco Cápaj, tenían por lo mismo que ser partidarios de la di- nastía caída y del pretendiente Tarco Huaman. Al revés de Cobo y de otros, Juan Santa Cruz Pachacuti es adverso al fundador de los Hanan. Lo juzga "un gran descuidado, arrebatado, amigo de bailar y holgarse". Lo contrapone a Cápaj Yupanqui, el cual gana todas sus preferencias por haber sido más ferviente adorador de Huiracocha y casi monoteísta. Huaman Poma de Ayala le reconoce conquis- tas por el lado de Antisuyu y los chunchos, que hizo me- diante su hijo Uturuncu Achachi, y le imputa haber in- troducido el uso de la coca. Le adjudica igualmente haber guerreado al principio y con gran violencia y crueldad cerca del Cuzco contra los indios de Muyna y Pinagua, todo en las cercanías de Písaj, junto a los yucayes y tampus, pueblos hurincuzcos. Coincidiendo con Cabello Balboa, dice que obtuvo estas victorias su sobrino Apu Mayta, y que lue- go Inca Roja se entregó al ocio, placeres y disolución, lo que puede ser un reflejo interpretativo de la debilidad ex- terna consiguiente a las dificultades con que tropezaba la nueva dinastía y al avance de los chancas en Adahuay- las. Garcilaso conviene en que sus mayores campañas fue- ron hacia el oeste, con el puente sobre el Apurímac, la consolidación del período inca en Abancay, Cochacasa y Curampa; la pretensa recuperación de Andahuaylas, en 10