Libro digital 1 TOMO-5 | Page 302

274 JosÉ DE LA RIVA-AGÜERO los partidarios de la quietud de los primitivos Incas vie- nen a darse la mano y coincidir con 10 más falso del siste- ma garcilasista, del cual disienten en apariencia, compar- tiendo su esencial error de apreciación. No niego yo que la extrema dilatación de los dominios e influencia del se- gundo Inca hasta la lejana provincia de Angaraes en el norte, sea una exageración de las muchas contenidas en el relato de Pachacuti, y una contaminación o confusión muy probable con los hechos atribuibles al semihomónimo Inca Roja, el primero de los Hanan Cuzcos. Pero sea como quiera, importa retener en todo caso el eco tradicional de sus empresas bélicas, siquiera no hayan sido tan dilatadas como esta leyenda 10 afirma. Otro escritor puramente indígena, el recién exhumado Huaman Poma de Ayala, da a los dominios de Sinchi Roja, como términos propios, desde Jaquijahuana en la pampa de Anta hasta Quiquijana en dirección a Can chis ; pero al mismo tiempo le atribuye expediciones muchos más di- latadas contra los canas, canchis coUas, puquinas, colIa- guas y contisuyos. Dice a la letra: "Ganó todo ColIasuyo, Hatuncolla, PuquinacolIa, Pacajes, Quispi11ajta, Pomacan- chi, Hatuncunti, Collaguacunti". Se trata aquí sin duda de un confuso eco de las campañas de todos los confedera- dos contra enemigos de raza, presuntos invasores al sur y al suroeste, eolIas y colIaguas. Son contiendas de fron- teras entre dos federaciones de tribus. Del propio modo la noticia de haber matado Sinchi Roja al verdadero Inca legítimo puede tener el verídico fondo de un conflicto con el jefe anterior de la liga incaica, bien fuera el curaca, de los mara s, o de los tampus, chilques o acos, pues el mismo Santa Cruz Pachacuti asevera que Sinchi Roja « conquistó a todos los orejones" y que sus dos hijos y capitanes llamados Túpaj Amaru y Huari Titu, "conquis- "taron a los chilques, ecos, cahuinas y tampus", o sea vencieron a las tribus rivales en el pro dominio de la fe-