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JosÉ
DE LA RIVA-ACÜERO
gua quechua era natural de los indios de Pacaritambo,
oriundez de los incas. Otra información, existente en el
Archivo de Indias y publicada por]. T. Medina (1mpren-
ta en Lima, primer tomo), reitera el origen e idioma que-
chuas de los incas, y su procedencia de Pacaritambo, que
se llamó también Cajatambo (de casa, en quechua roto
o frío). Reduplica el Padre Coba la certeza aduciendo
el testimonio del Príncipe D. Alonso Túpaj Atau, el cual
declaró que la lengua cortesana de los Incas no era sino
el dialecto quechua regional de Pacaritambo. Por lo de-
más, los exámenes de Tschudi y de Markham han destruí-
do la opinión de ser esta variedad lingüística de los Incas
aymara puro, como Middendorf y otros lo sostenían. Bien
se ve que en ningún caso habría sido posible tan extraña
y fácil asimilación, porque habiendo prohibido los Incas,
a los más altos curacas, emplear dicha habla cortesana,
resultaría absurda la prohibición del aymara, lengua na-
tiva y arraigadísima en tantas regiones. Pero aunque esa ha-
bla cortesana o netamente incaica tuviera dentro del que-
chua frases artificiosas y raíces insólitas o arcanas, según
ocurre en tantos pueblos de igual estado de cultura, no
hay que imaginarla, como quieren algunos, una adelga-
zada y complicada lengua literaria, ni menos compararla
con el sermo eruditus del latín, porque tal comparación
descubre completa falta de sentido histórico y lastimosa
debilidad de espíritu crítico.
Las cuatro parejas de Ayares incaicos nacidos del
Cápac Tojo, se llamaban, ateniéndose a las seguras fuen-
tes, Manco Cápac y Mama Ocllo, Ayar Auca y Mama
Huaco, Ayac Cachi y Mama Cuca o Ipacara, Ayar Uchu
y Mama Rahua. El número cuatro es mítico, lo mismo
entre mejicanos y mayas, que entre peruanos. A partir
de las tradiciones de Tiahuanaco se habla de cuatro her-
manos progenitores (Manco, Colla, Tocoy y Pinahua en
Garcilaso, Parte Primera, Libro Primero, Cap. XVII). Es