Libro digital 1 TOMO-5 | Page 250

222 JosÉ DE LA RIVA " AGÜERO
valles limeños han sido recubiertos por toponimías quechuas y aymaras, que deben atribuírse en su mayor parte
a mitimaes de los Incas. Los había aymaras en Carabay-
110, donde existió una aldea Huancane ¡ los hubo quechuas
o aymaras en Chucuito y en Maravilca, antigua designación del Morro Solar. Por eso las similitudes mochicas que para Lima he señalado, distan bastante de la certeza. El dios Pachacámac o Irma localizaba sus mitos, no sólo en su comarca, sino en la de Huaura y Végueta, con la leyenda de Huichama y del curaca Anat, únicas supervivencias de lengua yunga que allí se advierten. La región limeña parecía ya destinada a ser, como después lo ha continuado, el crisol en que se funden las razas peruanas. Estaba su quechuización tan avanzada cuando la conquista castellana, que los caciques de Pachacámac y Rimajtampu ¡ conocidos por los primeros españoles de Hernando Pizarro y de Estete, se llamaban Taurichimpi y Sullcacumpi, y antes se recordaba a Pacallay( el de la huaca Juliana en Miraflores) ¡ el de Huaura se decía Huascapaychu o Huascapacha ¡ el de Huarco, el moderno Cañete, Huarillí ¡ el de Mala o Mallaque( en ayunas), Rincoto( Rinricoto); nombres todos de evidente extracción quechua, a pesar de la somera opinón de Tschudi. Lo eran de igual modo el pueblo viejo de Surco o Sullca, al lado de Armatampu( actual Chorrillos), y el de Maranga. Las ofrendas chimus abundaban en el santuario de Pachacámac, lo mismo cuando el monarca de Canchán dominó en estas tierras, que cuando se independizaron de su hegemonía, para construir el curacarzgo teocrático de Cuismango, el cual, tanto como del mallcu aymara, puede derivar su título de Guzmango, repetido en Contumazá. El Gran Chimú logró un tiempo, según la Informaciones de Vaca de Castro, unificar toda la Costa, desde Nazca hasta Piura; ay algunos afirman que llegó hasta Puerto Viejo, y que le tributaban todos los yungas a los chimus, como a señores naturales antiquísi-