Libro digital 1 TOMO-5 | Page 239

EL IMPERIO INCAICO 211 periféricos. No por otra razón retuvo el lituano en plena Edad Media su extraordinaria semejanza con el primogé- nito sánscrito, tan curiosa y sugestiva. Así también, el do- rio es más arcaico y áspero que los otros dialectos heléni- cos, precisamente por haber sido los dorios los últimos en invadir la Grecia continental. ¿ Qué pensaríamos del filó- logo halenista que fundándose en los arcaísmos del habla doria supusiera a esta raza de cultura más antigua que a los aqueos homéricos? El quechua se nos presenta más ela- borado que el aymara, más rico en palabras y acepciones, y hasta en nombres de parentela paterna, y menos pródigo en sinónimo~ inútiles y broza primitiva, porque ha servido de vehículo a una cultura más dilatada y que ha conocido mayores vicisitudes que la mayoría, y no porque en el árbol genealógico de los idiomas andinos carezca de per- fecta y equidistante colateralidad con éste. Uno de los más útiles resultados que para la historia produce la comparación de las lenguas, está en los térmi- nos que expresan los adelantos culturales. No nos cabe duda que los arios eran pastores y poseían ganado vacuno, porque la palabra sánscrita gaus corresponde al bous griego y al bos latino, lo que demuestra que en el primitivo idio- ma común existía el nombre. Apliquemos el procedimiento a nuestro caso, por el método inverso. El cobre era cono- cido y trabajado por los tiahuanaquenses. Los quechuas lo llaman anta, pero los aymaras, confundiéndolo con el oro, lo denominan, como a este metal, jori. Entonces, ¿cuál fue el pueblo predominante en aquel imperio, el que posee vocablo determinado para su metal favorito o el que lo ignora? Prosigamos el examen. A fines de la época de Tia- huanaco principia en el Altiplano el uso del bronce, por la aleación con el estaño, que es para él chayanta o yu- rajtiti, del plomo, que designa como titi o llasa. El aymara confunde ambos metales dentro del común término malla. Los habitadores de Tiahuanaco utilizaban el azufre para