NOTA PRELIMINAR xv
rada información, cierta indispensable, siquiera mínima dosis de sindéresis, de imparcialidad y templanza " 10.
Como consecuencia lógica de este modo de ver nuestro proceso histórico Riva-Agüero tenía que afirmar la fusión de las dos grandes vertientes culturales que crean el Perú moderno. Y en efecto, fue un esforzado, docto y vibrante defensor de la vocación mestiza del Perú: " No conozco afirmación más injuriosa para el peruanismo-protesta- que aquella de ser inasimilables sus dos razas esenciales, la hispana y la india. Si tal fuera, el Perú resultaría un aborto. Y esperamos y constatamos que no lo es por los tipos humanos que ha producido, desde Garcilaso hasta nuestros días, mestizos insignes de sangre y alma " 11. En otra oportunidad vuelve sobre estos conceptos: " Dos herencias a la par sagradas integran nuestro a cervo espiritual; y si presentan sendos defectos, ofrecen también correspondientes virtudes y antídotos. Renegar de cualquiera de ellas sería torpe y menguado... El solar es doble, indo-español, y en calidad de tal lo acatamos y veneramos... Predicar odios y exclusivismos de raza en el Perú es tarea extemporánea, insensata y criminal, y destinada a la postre al fracaso y al ridículo. No puede significar entre nosotros sino un frenesí de inconscientes o un señuelo de logreros. La convivencia y entrecruzamiento de diferentes razas ha constituído dondequiera, y muy especialmente en nuestro país, el proceso esencial de la civilización " 12. Para Riva-Agüero no era el mestizaje una realidad que bastaba comprobar y proclamar: su defensa
10 Discurso de introducción a las Conferencias del Marqués del SaltiHo en Lima, publicado en? Y! ercurio Peruano, Lima, abril de 1942, No 181, p. 220.
11 1 " V Centenario del Cuzco español, conferencia pronunciada en la Sociedad Entre Nous de Lima el 23 de marzo de 1934, publicado en Por la " Verdad, la 1 " radición y la Patria( Opúsculos), t. 11, Lima, 1938, p. 95.
12 Prólogo al libro El 1mperio 1ncaico de Horacio H. Urteaga, publicado en Por la " Verdad...( Opúsculos), t. 1, pp. 233 Y 234. Vid. 1nfra., pp. 168 Y 169.