Libro digital 1 TOMO-5 | Page 169

EL IMPERIO INCAICO 141
en la provincia de Lucanas. Si Ayar Cachi y Ayar Uchu se llamaron indudablemente así por los nombres quechuas de alimentos y condimentos, ¿ qué repugnancia hay para que Manco provenga de la voz quechua de un totem, ave sagrada o planta, análogo a Sairy, Cuca, Oca, Llama, Puma o Huaman? 63. Pero sea de ello lo que quiera. Dejemos las extremosidades a la tesis aymarista; y demos de barato que Manco tenga por insubstituíble etimología el mallco aymara. No bastaría esta circunstancia para prevaler contra los argumentos que convencen del quechuísmo de los Incas. Los Aymaras, en la época de su hegemonía y grandes invasiones, han tenido que imponer palabras en los diferentes dialectos quechuas, como lo hicieron los Etruscos en el Lacio y la Campania, los Sarracenos en España y los Germanos en el Occidente romano. Pretender que los Incas hablaron lengua aymara, porque pudieron recibir de ella la contaminación de algunos nombres, equivale a sostener que los Latinos e Itálicos adoptaron el etrusco, los Castellanos Viejos y Asturianos el árabe, y los Galo-romanos el franco y el burgundio.
Si queda demostrado que los Incas hubieron de ser continuadores de Tiahuanaco, y de estirpe e idioma quechuas, el silogismo se completa fácilmente.
V
NO PUEDE PROBARSE QUE LOS AYMARAS, POR CULTURA y LENGUA, SEAN MAS ANTIGUOS QUE LOS QUECHUAS.
Desde el punto de vista antropológico, aunque los Quechuas se parezcan a los Collas, son bastante menos groseros y rudos que éstos. Tienen las extremidades menos cortas, a menudo superior índice cefálico, las faccio-
63 Véanse los nombres de los ayllus incaicos en Sarmiento de Gamboa, cap.
XI.