Libro digital 1 TOMO-5 | Page 152

124 JosÉ DE LA RIVA-AGÜERO Cuenta que el dinasta colla rival de Cari, el curaca Zapana de Hatuncolla, guerreó contra las amazonas de Canas, que contra él erigieron las fortalezas de Chuncara, y fueron al cabo sojuzgadas o ahuyentadas. Ahora bien; los Huiraco- chas usaban vestimentas largas, como las estatuas de Tia- huanaco 18, al revés de los invasores Collas (designados en las tradiciones con el título de Jállaj Ppacha o de vestidos ceñidos o angostos); y por eso la imaginación popular transformó a aquéllos en mujeres belicosas. El curaca co- llahua Juan Santa Cruz Pachacuti SaIcamayhua, hermano de raza de los Collas, y en consecuencia eco de los recuer- dos aymaras, lo confirma 19 Esos ejércitos de los Jállaj PPa- cha o "de ropas estrechas", de que nos habla, que en la épo- ca de la Purun Ppacha suben del Sur, "de hacia arriba de Potosí", a poblar la tierra, son los inmigrantes aymaras, que reemplazan a los huiracochas de anchos ropajes. Refiere a- demás San Cruz Pachacuti que, en tiempos muy remotos, riñeron en el Colla o los demonios JaPPiñus y Áchojallas, procedentes de Potosí, y mutuamente se destruyeron. Con- funde, como buen aymara, a Tarapaca con Huiracocha, barbado, y de cabellos y vestidos largos, que convirtió en piedras a los habitantes de T