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JosÉ
DE LA RIVA-AGÜERO
decir que unos vinieron de una parte y los otros de otra i y
con guerras y contiendas los unos se hacían señores de las
tierras de los otros".8 Este mismo Cieza de León, el más
abonado y fidedigno de nuestros primeros cronistas, ates-
tigua, en dos pasajes, que el cura ca Chirihuana, del gran
centro colla de Chucuito, le refirió cómo uno de sus ante-
pasados, el caudillo Cari, vino desde Coquimbo en Chile,
a fundar aquellos pueblos aymaras, y exterminó en las islas
del lago a ciertas gentes blancas y barbadas 9.
Tenemos aquÍ una tradición de extraordinaria impor-
tancia. Consta, pues, que los Collas recordaban la oriundez
de sus remotos abuelos, venidos precisamente de las re-
giones de Atacama y el norte de Chile, donde se han ha-
llado tan indiscutibles vestigios de la raza colla y tan clara
toponimia aymara, y donde la desecación progresiva, que
continúa a nuestros ojos, ha tenido que impeler a los ha-
bitantes a emigrar hacia el interior 10
8 Cieza de León, Crónica del Perú, cap. CXVI.
9 Idem, cap. C. "El uno de 'ellos entró en la laguna de Titijaja, y halló en
la isla mayor de aquel palude gentes blancas y que tenían barbas, con las cua-
les peleó de tal manera que los pudo matar a todos" -Segunda Parte, Señorío
de los 1ncas, cap. IV, reproducido por Herrera en sus Décadas
10 J. B. Ambrosetti, Apuntes sobre la arqueología de la puna de Atacama (Rev.
del :Magisterio de La Plata, tomo XII, año 1906).- Otto von Buchwald (Boletín
de la Sociedad Ecuatoriana, tomo 1 año 1918).-G. de Crequi-Monfort, Exploratión
en Botivie (Bull. de la Societé de (jéograpbie, 1902).- D'Orbigny. Cbomme
Amerícain, t. IV pág. 151.- Oyarzún, 1nfluendas peruanas sobre los aborígenes
de Chile (Bol :Museo N"c. de Cbile, tomo II, pág. 3) Y Actas del Congreso de
Americanistas de Buenos Aires de 1910 págs. 354 Y sgts.- Joaquín Santa Cruz,
1ndios septentrionales de Cbile CReo. Chilena de :Nist. y (jeo., 1913, tomo VII),
escribe: "Al hablar de los atacameños, nO podemos reconocer en ellos una raza
especial, y totalmente distinta de sus vecinos Aymaras de Bolivia y de otros pue-
blos de Lípiz. La influencia de los aymaras es evidente entre los atacameños:
tanto en su conformación física como en sus costumbres y en su mismo idioma,
"ay grandes anc.logías. A causa de mezcla de pueblos o por parentesco de na-
ciones/ los atacameños tenían estrecha relación con los ayrnaras".- Señala nu-
merosos nombres de lugar con la raíz pay, que en aymara significa desierto:
Paypote, Paytanasa, Paypaz, Paynegue. Otros, como Chillimaco, Alcota, Chu-
rumata, Mallco en Limarí, L1aullao, Tunea, Chala, sólo se interpretan con vo-
cabulario aymara. Uble ha acertado en la etimología, aymara del volcán chileno
Aconcagua. Yo por mi parte agregaré que junto a Santiago de Chile existe la
localidad de Lampa homónima de ¡la provincia puneña, y que Talagante se lla-
mó llave.