Libro digital 1 TOMO-5 | Page 138

110 JosÉ DE LA RIVA-ACÜERO da Lima. Esa fue la lucha efectiva en la Conquista, la reac- ción de la clase dominante, comparable a la de Cuilauzin y Guatomozin en Méjico. Pero el país no respondió con generalidad y tenacidad al llamamiento desesperado de sus Incas. Muy al contrario, los Cañaris y los Huancas se con- virtieron desde el principio en los más fieles y eficaces aliados de los conquistadores, como los Tlascaltecas en Méjico; y los contingentes de muchas provincias abando- naron la suprema campaña, por fatiga o por atender sus cosechas. Pizarro a imitación de Cortés, hizo, en el peor trance, alejar los buques del puerto del Callao, para demos- trar su inconmovible decisión de permanecer en la tierra peruana. Lima se vió descercada muy pronto; y en la reti- rada murió el jefe asaltante, el príncipe Titu Yupanqui. Só- lo en el Cuzco, tras el heroico suicidio de Cahuide (el indio gobernador del castillo de Sajsayhuaman), la intrépida mi- licia noble, la de los Orejones o Hijos del Sol, persistió por diez meses en sus furiosos ataques. Deshecha al fin por el empuje de los caballos retrocedió combatiendo su- cesivamente hacia las asperezas de Calca, Ollantaytam- bo, Vitcos y Vilcabamba, escoltando al soberano y lleván- dose los más principales objetos sagrados. Fue algo como el asilo de las reliquias de los Godos en las Asturias. Pero muy diverso destino esperaba a esta última de- fensa de los Incas. Durante algunos años consiguieron rechazar o burlar las repetidas expediciones inviadas en persecución suya. Tal fue el caso de las de Hernando y Gonzalo Pizarro, Almagro, Rodrigo Orgónez, Illén Suárez de Carvajal y Francisco de Cárdenas. Los orejones de Manco amagaban continuamente el valle de Yucay y el camino de Lima al Cuzco, desde Jauja en el río Mantaro hasta Mollepata en el Apurímaj, con rebatos y presas. Mas en el resto del Perú, los antiguos súbditos, sumidos en su automatismo y marasmo habituales, desoyeron las exhorta- ciones de rebelión que salían de Vi1cabamba; y dejaron