Libro digital 1 TOMO-5 | Page 119

EL IMPERIO INCAICO 91 con lmagenes de los Incas y sus fábulas en las cenefas, remitió el Virrey Toledo a D. Felipe U, al propio tiempo que las informaciones jurídicas sobre el gobierno incaico y el resumen historial de ellas por Sarmiento de Gamboa. Mas los circunstanciados anales del Imperio constaban en los cantares épicos que los haráhuej, poetas oficiales, ayudados por el sistema mnemónico de los c{uipus (cor- doncillos de diversos nudos y colores) recitaban en las muy principales solemnidades, como eran las mayores fies- tas de su religión y los aniversarios de sus reyes muertos. Cieza de León dice que se cantaba a voces, mirando al monarca presente, y que comenzaban con la siguiente fór- mula: "¡Oh Inca grande y poderoso! el Sol, la Luna, la Tierra, los Montes y Arboles, las Piedras y tus Padres te guardan de infortunio; -y te hagan próspero y bienaven- turado sobre cuantos nacieron-o Sábete que las cosas que sucedieron a tu antecesor, fueron estas o o o" Las crónicas de Cieza y de Sarmiento, y más en particular la de Be- tanzos, son el compendio, y la última a trechos la traduc- ción, de aquellos cantares. Un cantar de diverso género, no ya épico sino elegía- co, se atribuía al más famoso de los soberanos, al Inca Pachacútej, el gran legislador. Es su canción de agonía. Sarmiento de Gamboa reproduce la primera estrofa: "Nací como amancay 25 en un jardín; -vino mi edad, ya florecí, me marchité y me muero" (ob cit.; cap. 47) o Fúnebre ins- piración, muy distinta del himno triunfal que el mismo Sarmiento nos trasmite, con el que se rememoraba la emi- gración incaica de Pacaritambo: "Pues somos nacidos fuer- tes y sabios, seremos poderosos.- Salgamos de este asien- to; vamos a buscar tierras fértiles. -Donde las hallaremos, sujetaremos a las gentes.- Hagamos guerra a cuantos no nos recibieren por señores". La oración al Sol que copia 25 Especie de azucena peruana.