Libro digital 1 TOMO-5 | Page 113

EL IMPERIO INCAICO 85 boa, el P. Cobo, etc). Según Betanzos, el mismo dios Hui- racocha de Tiahuanaco creó en el Cuzco a los orejones o Incas, y especialmente a Al1cahuiza, que es el Ayar Uchu epónimo de uno de los clanes incaicos. Según Sarmiento de Gamboa, Huiracocha creó a los Incas en Pacaritambo, y tenía una de sus huacas o adoratorios mas famosos en el pueblo de Urcos, seis leguas al sur del Cuzco, en tierras de lengua completamente quechua. Según Coba, en Coata, isla del Lago, se alzaba la estatua de la diosa J"itijaja, madre de .los 1ncas, porque esa era su pacarina o solar originario 16. Middendorf, Markham y UhIe han pretendido que la tribu de los Incas era aymara¡ y Jiménez de la Espada se inclinó a igual suposición 17. La confusión en que se fun- da dicha hipótesis ha provenido de cerrar los ojos a las señales de una civilización protoquechua en Tiahuanaco, generadora de la incaica. Quizo Markham probar la o- riundez aymara de los Incas con el examen de los vocablos que de su dialecto peculiar o lenguaje cortesano nos ha conservado Garcilaso, pero la tentativa no logró éxito sa- tisfactorio ¡ y en vista de sus resultados lo único plausible al parecer es reconocer (como el príncipe D. Alfonso Túpaj Atau se lo aseveró a principios del siglo XVII al P. Cobo) , que el idioma privativo de los Incas era el dialecto propio del lugar de Pacaritambo, el cual era quechua, conforme Jo acreditan la etnografía y un texto del siglo XVI, de la Relación del oidor Santil1án, muy experto en antigüedades indígenas. Sólo el quechuísmo de los Incas explica que impu- sieran como idioma oficial de su imperio el dialecto cuz- queño, que asumieran la dirección de la Liga Quechua, 16 Cobo ob. cit. lib. XIII, cap. XVIII. 17 Véase una de sus notas al P. Cobo, al final dei1 cap. XIX, libro XIV. No obstante, allí mismo acepta ]iménez de la Espada la probabilidad de "otra raza, madre de aymaras y quechuas, cuyos idiomas son evidentemente hermanos".