que pueden empeorar si no se produce alguna
acción.
La crisis financiera de los últimos años ha origi-
nado un nuevo contexto internacional, deter-
minado por la disminución del crecimiento de
los países emergentes, mayores tasas de interés,
precios estancados o devaluados de las materias
primas y un aumento de la volatilidad de las va-
riables económicas.
El terrorismo, globalizado y radicalizado, auna-
do a la crisis siria y a diversos estallidos de extre-
mismo religioso en Medio Oriente, Europa, Asía
y, en general, en varios países, marcan tal vez el
punto más crítico de violencia. Ello ha generado
una crisis humanitaria inédita con millones de
refugiados y desplazados que huyen de la vio-
lencia de Medio Oriente y el norte del África.
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Europa, mientras tanto, enfrenta sus propios dile-
mas, impactada por la crisis económica, el ajuste
fiscal, el desempleo y el desmantelamiento del
Estado que beneficia el desencanto de las mayo-
rías (Brexit), debilitamiento de la identidad Euro-
pea, las crisis humanitarias, la amenaza yihadista,
la presión rusa y la crisis de refugiados que trae
como consecuencia la xenofobia.
Por otra parte, Estados Unidos enfrenta sus pro-
pios retos políticos internos y se aprecia una in-
certidumbre en su política exterior que se deba-
te entre el aislacionismo y el internacionalismo
respecto a las acciones que adoptará en el ámbi-
to estratégico global.
Todo ello coincide con un espectacular proceso
de cambio tecnológico y con el imperativo de
hacer frente a la amenaza del cambio climático
y la degradación del medio ambiente, median-
te, entre otras vías, la promoción de energías
renovables no convencionales y de la eficiencia
energética.
Contexto regional
En el ámbito regional, la crisis política y econó-
mica en Venezuela marca el punto más complejo
de inestabilidad y desafía el nivel de compro-
miso, coordinación e influencia que los Estados
miembros de la OEA o de la UNASUR puedan
desplegar.
El impacto de la recesión y economía brasileña
también es relevante para la estabilidad regional.
Igual de importante es el aumento del crimen
organizado –narcotráfico, trata de personas– en
las sociedades, las economías y los Estados de la
región, con particular énfasis en México y Cen-
troamérica.
A esto se suma la caída de los precios de las mate-
rias primas y su efecto en las finanzas de los países
altamente dependientes de la exportación de pro-
ductos primarios, como Ecuador, Bolivia y Vene-
zuela, después de una década caracterizada por
los altos precios de las materias primas y de una
expansión económica con desarrollo humano.
Finalmente, el fallo de la Corte Internacional de
Justicia de La Haya en torno a la delimitación
marítima entre Perú y Chile, y las negociaciones
de paz entre el Gobierno colombiano y las Fuer-
zas Armadas Revolucionarias de Colombia son
dos temas en la agenda que resultan fundamen-
tales para la región.
En este contexto, es relevante reiterar la preocu-
pación que puede generar la difícil situación po-
lítica y económica brasileña, así como la econo-
mía ecuatoriana frente a la caída del precio del
petróleo; además existe el pedido de Bolivia de
que Chile le otorgue una salida soberana al mar
para solucionar el problema de mediterraneidad
de este país, resultado de la guerra de 1879.
“Los intereses geopolíticos de Bolivia, Chile,
Perú y Brasil están entrelazados. Bolivia ha