CAPÍTULO 3
CONTEXTO Y PROSPECTIVA DE LA SEGURIDAD
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CONTEXTO GENERAL El escenario estratégico actual, en el que se identifican diferentes relaciones de fuerza a nivel internacional, se caracteriza por la inestabilidad y el reducido margen de certeza. La unipolaridad que emergió tras el final de la Guerra Fría parece haber sido solo un momento de transición hacia una multipolaridad, marcada por una reciente crisis económica que, tras un ciclo de bonanza excepcional, ha debilitado a las tradicionales potencias occidentales e impactado el vertiginoso ritmo de crecimiento de los poderes emergentes.
De esa manera, la estabilidad y la certidumbre de los esquemas unipolares o bipolares en las relaciones internacionales ceden el paso a una multipolaridad inestable.
Contexto global Cada vez hay una mayor vulneración del derecho internacional de parte de las grandes potencias e inclusive de los países en vías de desarrollo. Esto crea una situación de incertidumbre global, ya que hoy no es solo necesario tener la ley de su lado, sino también la fuerza. Las potencias encargadas de mantener el orden mundial son las primeras en vulnerarlo. De allí la necesidad de los países de tener fuerzas armadas adecuadamente preparadas para defender sus intereses nacionales en caso de que la ley internacional no sea suficiente.
En el contexto internacional, la naturaleza del conflicto está cambiando. El riesgo del conflicto aumentará debido a los diferentes intereses entre las potencias, la expansión de la amenaza terrorista, la continua inestabilidad en los estados más débiles y la propagación de tecnologías letales y disruptivas. La desestabilización de las sociedades será cada vez más común, con armas de precisión de bajo rango, sistemas cibernéticos y robóticos para apuntar y tener como blanco la infraestructura y tecnología más accesible para fabricar armas de destrucción masiva. Los conflictos internacionales pueden ser motivados por controversias políticas y los conflictos nacionales pueden deberse a motivos étnicos y religiosos.
En tal sentido, vivimos una serie de acontecimientos violentos que determinan conflictos y guerras, mayormente en el continente Africano y Asiático. Esta situación puede tener relación con los Estados que han fallado como tales, es decir, que presentan algunas de estas características: pérdida del control físico del territorio o del monopolio en el uso legítimo de la fuerza, erosión de la autoridad legítima en la toma de decisiones, incapacidad para suministrar servicios básicos y para interactuar con otros Estados como miembro pleno de la comunidad internacional.
Estas situaciones generan las peores consecuencias para los seres humanos, como las que ocurren el medio oriente, algunos países de África y Asia.
Hay conflictos en Estados influyentes funcionales y desintegrados, que presentan situaciones
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