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a otros géneros. Proponer entonces tomar a la fantasía exclusivamente como un modo literario.
A estas alturas, si me acompañan en la secuencia, de la última teoría solo rescato el error de considerar la fantasía sin separar lo literario, aunque no acompaño en lo personal el resto de su estudio. Ahora retomo la frase que pedí recordaran más arriba, donde existe consenso en llamar fantasía al "género artístico en el que hay presencia de elementos que rompen con la realidad establecida". Pues bien, como nuestra lengua maravillosamente tiene una academia que se encarga de normalizar los significados desde un punto de vista lingüístico, la Real Academia Española, nos abstraemos del saber enciclopédico y vamos a los términos consensuados por quienes alimentan ese gran diccionario de la lengua.
La diferencia principal en acudir al auxilio de la RAE es que podemos basar nuestro juicio en siglos de discusiones sobre el significado de una palabra desde el punto de vista del uso común, o lo que es lo mismo, el más aceptado tras siglos de ser aplicado. No olvidemos que la misión de la RAE es mantener vivas las definiciones de nuestra lengua para que cualquiera, sea o no de habla castellana nativa, pueda comprender cualquier texto escrito en los últimos cinco siglos.
Volviendo al tema que nos ocupa, en la frase remarcada hablan de género artístico. Pues bien, la RAE define al artista como persona que desempeña o tiene capacidad de expresarse en cualquiera
cualquiera de las bellas artes. Y por bellas artes se conocen al conjunto de las expresiones que tienen por objeto expresar la belleza, y especialmente la pintura, la escultura y la música. La poesía, danza y arquitectura son clásicamente aceptadas como parte integral de las bellas artes. Esto deja de plano afuera lo que es la prosa narrativa, es decir todos los géneros literarios no son considerados arte, ni a los escritores artistas. Hasta ahora tenemos un punto a favor de Rosemary en su observación que debería haberse separado al género de fantasía literaria respecto de la fantasía en general.
Ahora bien, respecto a la literatura fantástica también hay estudios y se distinguen varios subgéneros, por ejemplo el terror, la ciencia ficción, lo sobrenatural, la épica, y lo sacro. Ahora me imagino que se deben estar horrorizando sobre como considerar a estos últimos como subgéneros menores de la fantasía. Es casi como bajarles importancia, o un insulto propiamente dicho, ya que deberían estar a un mismo nivel. Pues bien, las definiciones a veces son así de odiosas y puede que tengan su cuota de subjetividad ya que estamos hablando de ciencias no exactas.
Tal es así que muchas veces el factor temporal afecta directamente la clasificación de un relato respecto de un subgénero u otro. En efecto, si alguien a principios del siglo XIX hubiera escrito sobre cajitas portátiles que permiten hablar a distancia, seguramente se lo hubiera tildado de fantástico sobrenatural(=maravilloso). Esto mismo a mediados del siglo XX ya se hubiera leído