15 LibreFantasía/nro 4
Tomando la caña, la inclinó y sobre su mano se deslizó una especie de papiro enrollado, hecho seguramente con una corteza resistente. Al desenrollarla vieron que tenía un dibujo extraño. Jhnaght lo encontró bonito y lo guardó, decidiendo regresar por ese día.
Luego de un tiempo, Jhnaght llevó a Ptauht a un lugar apartado de la aldea, y sin que nadie más los viera desenrolló el papiro con bastante ansiedad. Le dijo que había descifrado el dibujo, comenzó a indicarle formas que correspondían a cosas que los rodeaban: la aldea y el lago, la zona de cosechas, la pared rocosa, y una línea que salía de la aldea y zigzagueaba por la pared rocosa hasta terminar en lo que sería el fin de la pared. Ptauht comenzó a mirar a alrededor y pudo identificar los mismos elementos, y se dio cuenta de lo que se trataba el dibujo. No podía ser otra cosa que el mapa para llegar al techo del mundo. El corazón le latía sin parar, Jhnaght compartía su emoción, y sin dudarlo decidieron salir antes del siguiente amanecer por el sendero que indicaba el mapa.
Se encontraron en las afueras de la aldea, con las nubes aún oscuras, y se dirigieron hacia la base del sendero, que coincidía con la ruta donde encontraron ese esqueleto; los restos de quien seguramente no pudo lograr el mismo cometido que ahora intentaban ellos. Cada tanto a medida que ascendían se consultaban interpretando el mapa, y se ayudaban en reconocer las formas. El sendero en realidad no era una huella marcada, sino un trazado por las pendientes menos riesgosas para hacer la subida. Una huella que cada tanto bajaba unos metros y luego volvía a subir. A medida que ganaban altura los desniveles eran cada vez más difícil de franquear, y debían ayudarse a veces uno al otro para avanzar. Llegó un momento en que se encontraron con tal desnivel en una bajada, que a pesar de todo el entrenamiento que traían de antes el peligro de lastimarse era muy grande. Se consultaron con la mirada, y cada uno tomó su decisión. Jhnaght le pasó el mapa y se despidieron tomándose los brazos. Luego de eso dio media vuelta y volvió sobre su huella.