sucesos fallecieron dos estudiantes más Julio César Ramírez Nava y
Julio César Mondragón Fuentes, los estudiantes víctimas del miedo se
refugiaron en los cerros circundantes y en las azoteas de las personas
que les dieron refugio.
Otro suceso que sucedía casi a la par, fue el ataque al equipo de
fútbol de los Avispones de Chilpancingo, ya que policías municipales
confundieron a sus autobús con uno de los secuestrados por los
estudiantes, en este suceso perdieron la vida David Josué García
Evangelista (de 15 años de edad, uno de los futbolistas), Blanca
Montiel Sánchez (pasajera de un taxi que pasaba por el lugar) y Víctor
Manuel Lugo Ortiz (chofer del autobús que conducía a los jugadores de
vuelta a Chilpancingo).
En la mañana del 27 de septiembre, elementos del Ejército
Mexicano hallaron el cuerpo sin vida del normalista Julio César
Mondragón, cabe mencionar que el rostro había sido desollado. Los
primeros reportes indicaron que habían desaparecido 57 estudiantes de
la Escuela Nacional Rural de Ayotzinapa. Días más tarde se descubrió
que 14 de ellos se encontraban en sus hogares, sin embargo 43 seguían
sin ser contabilizados. Ese mismo día se señaló al alcalde de Iguala,
como el principal actor intelectual de los hechos, ya que él, mediante el
radio, coordino a las fuerzas del orden en los sucesos ocurridos el día
26 de septiembre. También el alcalde indicó que había dado órdenes
claras de no atacar a los normalistas, a quienes acusó de interrumpir el
orden y atacar a los invitados que asistían a la fiesta del DIF, donde su
esposa era partícipe.
El día 29 de septiembre comenzó la búsqueda de los
normalistas, esta se llevó a cabo por padres de familia de los
desaparecidos así como de sus compañeros que habían estado retenidos
por la Policía Estatal hasta ese día, la búsqueda consistía en hallar una
fosa o fosas comunes con los restos de los desaparecidos.
El sábado 4 de octubre, en los alrededores de la ciudad de Iguala, se
halló una fosa clandestina con los restos de aproximadamente 28
personas. Después de exhaustivos análisis forenses se dictaminó que
ninguno de los restos pertenecían a alguno de los desaparecidos,
quedando hasta la fecha, sin ser reconocidos.
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