Lex Scripta Noviembre 2019 | Page 29

de la Salud (OMS) durante las primeras 12 semanas de gestación, que recomienda administrar las tabletas cada 3 horas, y no cada 8. La adolescente y su madre se entrevistaron con una abogada, quien ofreció presentar un amparo alegando que, al negarle el aborto, el Estado estaba sometiendo a la joven a tratos crueles e inhumanos. Sin embargo, un día antes de presentar dicho amparo, el médico se comunicó con la madre de la menor y las citó a la mañana siguiente, mencionando que un juez acababa de autorizar el procedimiento. Según el relato de la joven, durante todo el procedimiento se vio acosada por personal médico, siendo bombardeada con preguntas como: “¿Tú sí estás consciente de que los bebés no tienen la culpa?”. Según datos del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), –organización enfocada en la defensa de los derechos reproductivos–, incluso en años posteriores a las reformas, se tiene registro de muy pocos abortos por casos de violación practicados. Las historias de estas dos jóvenes no están aisladas, como ellas hay muchos más. Aun cuando México ha avanzado de manera importante en términos de la legislación del aborto en casos de violación, el problema radica en la negativa de funcionarios públicos y personal médico de cumplir con los estatutos que dicta la ley, concretamente, con la Ley General de Víctimas y la Norma 046. Han pasado ya algunos años desde que los casos de la joven en Jalisco y la menor en Sinaloa salieron a la luz, pero poco avance en la implementación de las nuevas reformas se ha visto reflejado desde entonces. Tanto las víctimas como los funcionarios de salud han propiciado el entorpecimiento del proceso de aborto en casos de violación al desconocer la ley o los nuevos lineamientos de la misma. Las preguntas son: ¿qué acciones hacen falta para el pleno conocimiento de la ley? ¿Qué podemos hacer para que las normas sean verdaderamente reconocidas tanto por los ciudadanos como por funcionarios públicos? Todavía queda mucho tramo que recorrer en el camino al respeto de los derechos reproductivos de las mujeres, pero la información es el primer paso que debemos tomar hacia él. 27