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El posible golpe
del cierre de las fronteras
Andreas Ojeda Palacios
na de las múltiples enseñanzas de la vida es tomar decisiones y aceptar sus
consecuencias, por lo que hay que pensar dos veces lo que se va a hacer. En
ocasiones, pensamos y decimos cosas sin pensar en lo que sucederá después,
pues los sentimientos o el ímpetu nos ganan. Pero no es lo mismo una ofensa de
un niño a la de un gran personaje político.
Hace unas semanas, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump,
amenazó con cerrar las fronteras si el gobierno de México no hace todo lo
posible para detener las caravanas migrantes que desde el año pasado buscan el
sueño americano.
Las amenazas constantes que el presidente Donald Trump hace por Twitter
son cada vez más frecuentes y bruscas en contra de los migrantes
centroamericanos. Es por eso que el presidente de México, Andrés Manuel
López Obrador, continúa con su lema fiel de “abrazos, no balazos”, por lo que
no ha tenido una respuesta concreta para el presidente Donald Trump, pues
estas han sido ambiguas sobre las posibles estrategias que se llevarían a cabo.
El pasado 7 de abril, el presidente de los Estados Unidos publicó en su cuenta
oficial:
“…México debe detener a todos los ilegales y no permitirles hacer su larga
marcha a los Estados Unidos, o no tendremos otra alternativa más que cerrar
nuestras fronteras y/o instituir aranceles ¡Nuestro país está LLENO!” (sic)
Conocemos la gravedad de las consecuencias que generan las palabras que
salen de la boca de los máximos representantes de Estado, siendo el NAIM es un
buen ejemplo, pues los mercados reaccionan violentamente a las distintas
declaraciones que se hacen. Hace unas semanas, el Fondo Monetario
Internacional redujo el pronóstico de crecimiento que tendrá el país este año: de
2.1% a 1.6% (FMI, 2019). Esto se debe principalmente a la incertidumbre que los
inversionistas tienen para México.