Ahora nos preguntamos, ¿cuál sería el
posible golpe que sufriríamos si se
cierran las fronteras? Hacer un
pronóstico muy cercano a la realidad no
es complicado. Sin embargo, para esta
ocasión solo resaltaremos los hechos y
realidades de nuestra actividad
económica con Estados Unidos.
Según The Observatory of Economic
Complexity (OEC, 2019) en 2017
México exportó a Estados Unidos
alrededor de 307 mil millones de dólares
(MMDD) y a Canadá 22 MMDD. Por
otro lado, exportamos en su mayoría
automóviles, refacciones, productos
agrícolas (gran parte aguacates) y
petróleo crudo. Así mismo, en 2017
México importó 356 MMDD, en su
mayoría obtenido del refinado de
petróleo, piezas y repuestos y algunos
productos agrícolas provenientes de
Estados Unidos, lo que nos hace su
principal vendedor y comprador, con la
diferencia de que importamos más de lo
que exportamos.
Gracias al TMEC, México, Estados
Unidos y Canadá pueden llevar a cabo
múltiples actividades económicas sin la
necesidad de pagar altos aranceles (en
ciertos casos) asociando pequeños,
medianos y grandes productores de los
tres países.
Ahora bien, si las fronteras llegan a
cerrarse, posiblemente sería solamente al
tránsito de personas y no a los productos
de exportación, ya que en esta sociedad
tripartita todos necesitamos de todos.
Los aranceles pueden incrementar, pero
paulatinamente y no por un periodo
prolongado. Así que sería solamente para
hacer que el gobierno de México
reaccione efectivamente al problema de
migración que se enfrenta.
El odio a los migrantes, tanto
centroamericanos como mexicanos, por
parte de Estados Unidos no debe nublar
la situación económica que tienen
nuestros países. Gran parte del sustento
de México es generado por las remesas
de nuestros migrantes que van en busca
del sueño americano sin olvidarse de la
familia que dejan atrás. Cerrar la puerta y
optar por la mezquindad no proporciona
la solución que esperaríamos de los
gobiernos que pelean siempre para ver
quién tiene la culpa de la migración
masiva que se vive desde el año pasado.
De cualquier manera, los campos
mexicanos seguirán cosechando y las
fábricas seguirán produciendo, si no es
para Estados Unidos puede ser para Asia
y Europa que se muestran muy
interesados en lo que podemos ofrecer.
19