Esto claramente es negativo para
Estados Unidos ya que su población
también demanda cosas que China sí
puede proporcionarles. En este sentido,
al ver que estos actores imponen
mayores tasas arancelarias, existen otros
que ven esta guerra como una
oportunidad. El hecho de interrumpir las
importaciones de productos obligan a las
autoridades chinas a que se busquen
nuevos mercados a través de nuevos
vendedores y una de las principales
demandas es la soja. Al ver esto, países
como Brasil y Argentina no quitan los
ojos en ver hasta dónde llega esta guerra
por ser también países dispuestos a
comerciar con China.
Otros países que se podrían beneficiar
serían Rusia, Dinamarca, Alemania y
España por el ganado porcino.
Economistas como Allan Von Mehren
mencionan que ante este escenario la
agricultura sería el mayor “comeback”
que podría utilizar China hacia las
políticas de Trump. Por otro lado,
expertos en política exterior como
Artyom Lukin, creen que Rusia podría
compensar parte del déficit en el
suministro de soja. Otros mercados
relevantes a mencionar son los de
aluminio y acero. Ante aranceles del 25%
por parte de Estados Unidos, las
repercusiones para empresas como
Boeing son totalmente negativas, ya que
exhorta a China a buscar empresas como
Airbus para ser su principal proveedor
de esta materia prima. Las consecuencias
al ponerlas en balanza entre beneficios y
prejuicios, impactan a todos los países ya
sea de manera positiva o negativa
dependiendo del contexto de cada país.
El tercer punto de análisis mencionado
versa sobre el contexto internacional y la
historia. Se ha visto que las guerras traen
consigo enormes consecuencias
negativas, en el mismo sentido las
comerciales no son excluyentes por lo
mencionado anteriormente. Para el
contexto internacional es importante
decir que se considera el hecho de que
vivimos en un mundo globalizado, en un
lugar en donde el trabajo colectivo entre
los países es cada vez más necesario para
alcanzar un mundo más justo y
conectado. Por lo mismo, las tensiones
entre los países deben terminar,
suprimiéndolas a través de las relaciones
bilaterales y aplicando una diplomacia
que abogue por los multilateralismos.
Pues en un contexto donde el fin es el
beneficio propio, en lugar del beneficio
común, sólo estaríamos ante el fracaso
de una globalización necesaria para el
planeta y su gente.
El cuarto punto de análisis, mismo que
va acompañado de mi conclusión, es
referente a lo aprendido en esta guerra
comercial y lo que deja al mundo.
Winston Churchill nos dijo que la guerra
es una invención de la mente humana; y
la mente humana puede inventar la paz.
Yo sumaría a esta frase que la civilización
no avanza cuando no toma en cuenta que
en la guerra te puede matar de maneras
distintas. Sobre este punto, me atrevería
a decir que la reflexión debe ser tomar en
cuenta a quienes llevas en tu barco,
mismos que lo hacen funcionar, antes de
hundirlo.
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