LETRINA SEPTIEMBRE 2016 | Page 62

LETRINA Número 8 Septiembre 2016 ir a trabajar ni un solo día. Aquí se admira eso. Una persona así ayuda a limpiar el alma y debe ser amada. Llegamos a un restaurante situado en el cerro mirador, como se le conoce. Era un lugar de música tranquila, colores claros y servicio meticuloso. El mejor en el Perú. Pero antes de probar nuestros platillos, solicitados con varios días de antelación, nos sentamos en una mesa que daba a una terraza donde se podían ver el cielo de la noche. Yo tenía algo de hambre, sin embargo Efrén insistió en que no comiéramos nada aún, para no estropear nuestro apetito, y primero tomáramos un aperitivo. Mi amiga está muy contenta de haberte conocido, me dijo sonriendo, luego de un par de tragos. Yo no soy bueno para las mujeres, le respondí. Esto pareció desanimarlo. Yo no quería robarle las energías que raramente mostraba ni que se sumergiera a ese mundo problemático. Así que agregué: Pero a mí también me ha gustado conocerla. Entonces sonrió de nuevo. Debería comprar una casa aquí para venir a vacacionar, agregué y por primera vez se emocionó. Esa es buena idea, dijo. Conozco el lugar perfecto y sería una inversión inteligente, podrías contratar a un par de campesinos y tener una pequeña granja. Si te gustan los animales... Pero antes de que continuara, en el horizonte empezó a verse una lluvia de estrellas. Ahí está, dijo Efrén. ¿Cómo supiste? Pregunté asombrado. Tuve un presentimiento. sensación de presentimiento? En su triunfo Calló expresión y unos con infantil suspicacia segundos y, podía insistí. viéndome adivinarse la ¿Tuviste un fijamente, se carcajeó y dijo: No tenía idea de que esto sucedería. Reímos y noté la cercanía que había aparecido entre nosotros. ¿Y qué se hace aquí en el tiempo libre?... Me refiero, ¿qué haces tú? Pregunté, relajando mi espalda sobre el respaldo de la silla. Cazar. Matar ciervos, aves, incluso puedes importar tus animales de otros lados, soltarlos y perseguirlos. Qué hábito tan salvaje, dije Página 62