LETRINA
Me
Número 8
Septiembre 2016
Es como volver a la escuela, primor. –le susurré al oído.
desabrochó
el
pantalón
y
la
penetré.
Sentí
el
sudor
sobre
su
vestido atravesando la tela, besaba su cuello y la escuchaba gemir
fuertemente sobre mi cabeza. Duramos bastante rato y me vine dentro de
ella.
-
Te amo. –le dije.
-
Te amo. –me dijo jadeando. – Y lo siento…
-
¿Qué?
Escuché un “click”, después el cañón de mi revólver siendo disparado,
que
me
hizo
retroceder
mientras
cubría
mis
oídos
sordos.
Caí
de
espaldas y mi cabeza rebotó duramente sobre el concreto, tirando mi
sombrero. Ella bajó su vestido, saltó del “nosequé” y me apuntó hacia
la cara, manteniendo un rostro cínicamente inexpresivo.
-
¿Por qué… por qué carajos haces esto?
-
No
tenía
otra
manera,
era
mi
única
oportunidad
de
deshacerme de ti. Todo este tiempo me trataste como una
mierda y aún encontrabas una manera de tener sexo conmigo,
¿Crees que ibas a salirte con la tuya? ¿Crees que solo
divorciándote
de
mí
seré
feliz?
¿Acaso
crees
que
es
suficiente? Pues yo no lo creo.
-
Jessica, las cosas nu-nunca fueron así, yo so-solo te quise
a mi lado. Te necesité a mi la-lado. Yo…
No podía decir más, sudaba como loco mientras intentaba detener el
flujo de la sangre. Me dolía mucho, mi vientre se enfriaba más cada
segundo.
-
¡DILO, CON UN CARAJO!
-
Yo… Te amo, Jessica.
Su rostro cambió, mostró un poco de posible arrepentimiento, una sola
chispa quizá. Levantó las cejas y sus ojos vidriosos demostraban el
dolor que empezaba a sentir mientras bajaba la pistola y suspiraba.
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