LETRINA SEPTIEMBRE 2016 | Page 22

LETRINA Número 8 - Septiembre 2016 Yo no lo soporto tampoco, no puedo con la culpa, y menos si estás cada día de mi vida recordándomelo. - Puedo cambiar, solo es cuestión de hablar de ello, toquetear la herida y hacer que sane pronto. - No es tan simple. - Bien, podemos psiquiatras y buscar un ayuda montón de para eso, hay esos idiotas psicólogos que cobran y tu salario de un día por sesión, pero que al final ayudan a personas como nosotros. - ¿Qué acaso no lo entiendes? - ¿El qué? - Ya no te quiero en mi vida, Nicolás, mataste con tu actitud cualquier sentimiento que pudiera tener hacia ti. - Lo lamento, cometí un error, tú cometiste un error. Podemos solucionarlo juntos, olvidarlo, seguir adelante con nuestra vida. - No quiero nada contigo, ya estás ahí de cualquier manera. Te veo cada mañana al despertar, te veo en el rostro de mi hijo. –dijo con lágrimas en los ojos. Tomé su mano y la abracé. - Nuestro hijo. –le dije muy despacio. Me acerqué a su boca lentamente, por un segundo sentí su aliento cálido entrar por mi boca. Sentí sus labios por primera vez en muchísimo tiempo y la atraje hacia mí. Pidió al taxi que parara cerca de un callejón, le aventé un billete de 100 al taxista (aunque el taxímetro marcaba callejón. Estaba apenas 40 totalmente pesos) vacía y bajamos corriendo hacia el la calle, la sobre un “nosequé” y levanté su vestido mientras la besaba. - Página 22 Esto está mal. – me dijo jadeando. senté