LETRINA SEPTIEMBRE 2016 | Page 21

LETRINA Número 8 Septiembre 2016
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Ya terminó mi turno, espérame afuera y compartiremos el
taxi.
Caminé hacia la puerta y me despedí de Roger. No contestó y volteó su
rostro hacia sus huevos fritos. La pobre mula vieja de Roger, ojalá le
hubieran hecho lo mismo, a ver qué tal reacciona, pensé. Tomé mi
abrigo y fumé un cigarrillo afuera. Jessica salió 20 minutos después,
pidió el taxi y subimos. Ya había dejado de llover.
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No debiste hacer eso. – me dijo molesta.
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¡ Ese panzón hijo de perra no debió escupirle a mi comida!
¡ Él se metió conmigo!
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Eres un bruto.
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Yo no arruiné nuestro matrimonio, fueron tus putas fotos.
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¡ Te dije que lo siento!
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¡ Te dije que estaba perdonado!
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¡ Y SIGUES ECHÁNDOMELO EN CARA!
Nos callamos un momento, volteó su rostro y miró hacia la ventana.
Encima del cuello de su chaqueta se podían ver unos lunares, aquellos
que pertenecían a mis labios, su cabello corto no alcanzaba a
tocarlos. Su mirada fija y su fleco parecían hacer juego como un arco
y una flecha, filosa y penetrante. La forma en que sus fosas nasales
se abrían y cerraban me robaba el aliento.
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Te queda muy bien ese color.
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Gracias,
supuse
que
te
gustaría.
– dijo
con
aparente
sarcasmo y desinterés, sin inmutar la dirección de su
mirada.
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¿ Por qué haces esto, Jessica? No tiene que ser así.
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No empieces, así es como es.
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Lo que pasó no fue nada, fui yo, no soportaba la idea.
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