LETRINA LETRINA #3 Septiembre - octubre 2012

PROSA IQ 180 Berenice Hernández Andrade No había más nada que él, que ese bulto envuelto en sábanas cuasi-blancas sobre la cama. Seguía en posición fetal tratando de explicarse un sinnúmero de cosas. Le dolía la situación a tal grado que comenzaba a avergonzarse de sí mismo. ¡Y vaya que tenía mucho de qué avergonzarse! Conocía muy bien su estado: abandonado a su suerte, con una herida tan grande como el infinito. Él sabía de conceptos, de teorías, de números. Tenía también sus hipótesis: creía que los perros, gatos, peces y demás animales domésticos pensaban; que se comunicaban entre ellos y que en realidad los humanos -humanos como él y usted que lee esto- eran las mascotas, y no viceversa. Esta era una de las razones por las que el único animal en su hogar era él. Ahora se preguntaba de qué servían tantas teorías, hipótesis, estudios, doctorados, conceptos, libros, máquinas, años, vida…Vida. V-I-D-A. Poco a poco esa vida, esa energía que alguna vez tuvo, se le iba desvaneciendo. Y es que tenía razón, ¿para qué servía todo eso en un momento así? Ni Borges, ni Cortázar, ni Kafka. Estaban allí, sí, pero no servían. Estaban, sí que estaban, pero cosificados. Eran sólo libros, pastas, hojas, letras, palabras. Palabras. Las palabras lo tenían en el estado en que se encontraba. Si no hubiese hablado, si no hubiese dicho tantas cosas. Hubiera sido mejor que guardase silencio. Pero no, siempre le gustó ser el centro de atención. Se sentía como en la teoría geocéntrica. Y sí, se consideraba el “geo”. Así empezó todo. Su inteligencia en realidad lo hacía ver cada vez más estúpido. Ella, la chica, lo notó desde el principio. Sólo lo observó unos segundos y pudo darse cuenta. Pensó en eso que coloquialmente dicen: “De la vista nace el amor”. Si eso era cierto, evidentemente el tipo estaba soltero. Soltero. Soltero. Soltero. Y no soltero de: “soy soltero, pero tengo sexo tres veces al día”; sino soltero con tirada a “Soy virgen, y lo seré hasta que alguien 34 LETRINA SEPTIEMBRE - OCTUBRE 2012

LETRINA LETRINA #3 Septiembre - octubre 2012 | Page 34