LETRINA LETRINA #3 Septiembre - octubre 2012 | Page 33

después ensordecido con un pitido en los oídos, patea la puerta, entra y contempla hacia la derecha, luego hacia la izquierda, sube por la escalera, el primer escalón le recuerda que escucha muy poco, al segundo apresura el paso, recuerda y se encoleriza, su respiración se acelera, casi escucha su corazón latir, y frente a un largo corredor emprende una carrera y después derriba la puerta del fondo, se cae por el impulso y al colocarse de pie se dirige con el hacha en mano hacia un hombre, tiene intención de levantarla y es interrumpido por un impacto de bala en el estómago, el tiro lo derriba y ya en el suelo la furia le motiva a colocarse de pie. Al levantar la mirada un pie le quita el apoyo, queda de espalda al suelo y su mirada contempla una lámpara, después en el pecho un segundo disparo. Negrura, sus ojos se desconectan, su respiración se impregna de humedad, su garganta bombea sangre, su boca sabe a sangre, sus brazos se contraen, le arde el vientre y el pecho pareciera tener una fuga, el pitido ya no se escucha, su corazón casi no late, le hormiguea la parte baja del cuerpo, aún puede mover su cuello a voluntad como queriendo escapar, pero no lo logra, aun siente dolor, cólera y furia, pero ya no siente la fuerza, negro todo, húmedo, frío, quiere gritar pero agua le priva la salida de aire, sólo burbujea ese líquido, repentinamente, otro disparo, su vista funciona otra vez, pero sólo por pocos segundos contempla a su asesino, y después, vuelve. 33 LETRINA SEPTIEMBRE - OCTUBRE 2012