LETRINA LETRINA #12 Marzo - abril 2014 | Page 35

envejecido. Nada hacia el otro lado braceando con rapidez, en medio de la piscina se detiene. Flota boca arriba en el agua mansa como una barca a la deriva. El sol pica cada gota que dibuja estelas en su piel. -La felicidad debe ser esto -dijo Cristóbal aquella noche mientras la abrazaba. Desde entonces pega la oreja en el vientre de su mujer, esperando. - Lo es. - A mi hijo le enseñaré a no dejarse derrotar jamás, le enseñaré las libertades. Míranos, somos felices y libres, hacemos lo que queremos y sin rendirle cuentas a nadie. - Hay que parar de vez en cuando, me crece la panza. - La panza, sí, parece que te tragaste un planeta. –y de nuevo pegaba la oreja, azul oreja de caracol sobre el vientre de Jandra- Es mi universo este bebé. Esto deben sentir los dioses. - Ahora soy como la vía láctea, -había dicho Jandra apretándose los senos. - Soy tu dios, dame de beber. - He acá al hijo de dios… -ella acariciaba al niño que llevaba en sus adentros. - Échate una línea, Jandra, hay que morderle la cola a los dragones, y que no se levanten. Ven mi cazadora, a trepar la cima. - Ora no quiero, bebé. Quiero que el niño nazca bien. Tengo miedo que le pase algo. - ¿Y crees que yo quiero hacerle daño? - No tú, bebé, no tú, pero quién sabe si… 35