LETRINA LETRINA #11 Enero - febrero 2014 | Page 21
Estas condiciones, aunadas a los constantes conflictos guerrilleros en la lucha
por la soberanía del país (la primera y segunda intervención extranjera),
fueron las principales causas de que miles de diligencias fueran asaltadas
y los secuestros proliferaran. Las novelas de Manuel Payno, Altamirano,
Almendaro, entre otros escritores, dan cuenta de estos episodios:
Los bandidos, envalentonados esta situación, fiados en
la dificultad que tenía el gobierno para perseguirlos,
ocupado como estaba en combatir la guerra civil, se
habían organizado en grandes partidas de cien, doscientos
y hasta quinientos hombres, y así recorrían impunemente
toda la comarca, viviendo sobre el país, imponiendo
fuertes contribuciones a las haciendas, y a los pueblos,
estableciendo por su cuenta peajes en los caminos y
poniendo en práctica todos los días, el plagio, es decir, el
secuestro de personas, a quienes no soltaban sino mediante
un fuerte rescate.
(Altamirano, 2004; 82)
La presencia de los bandidos de Río Frío no es casualidad, pues Santa Ana
Xalmimilulco era parada obligada de la diligencia, lo corroboran los mapas
de la época. Además de que se encontraba el servicio de posta colonial que
duró hasta principios del siglo XX.
Dentro de la investigación sobre la indumentaria del carnaval en las
grabaciones se recopiló mucha narración oral relativa a los bandidos de
Río Frío y nunca se menciona el nombre de Agustín Lorenzo, sin embargo,
sí se hace referencia a los constantes ataques que sufría la población y el
rapto de las mujeres. Dentro de estos relatos se narra una singular defensa
que las propias mujeres del pueblo hicieron para detener los continuos
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