LETRINA LETRINA # 10 Noviembre - diciembre 2013 | Page 21

no puedo recordar el sonido que hace un río de agua cristalina al correr, Madre? Como en infinidad de otras ocasiones lo único que nos queda es volver a levantarnos. Al alzar la vista me encuentro una mano tendida hacia mí, seguidamente unos ojos marrones me sonríen desde una cara cubierta de barro y suciedad, recuerdo haber hablado con este chico en un par de ocasiones sobre nuestras vidas antes de que a un desquiciado individuo le viniera a la cabeza la idea de tener más de lo que podía abarcar. Sólo me dio tiempo de esbozar levemente la que hubiera sido mi primera sonrisa meses antes de ver ante mis ojos cómo una bala, probablemente de una Gewher alemana, atravesar su cráneo de lado a lado. Mi mirada se perdía ahora en los últimos vestigios de vida que se escapaban de sus ya opacos ojos, mi cerebro no entendía lo que estaba sucediendo, su mano todavía me estaba estrechando la mía mientras el resto de su cuerpo se precipitaba a la que sería su fría y oscura sepultura. Hice bien en no haberle preguntado nunca su nombre… eso deja cierto margen al remordimiento. La lluvia sigue cayendo, inmutable a la vida y la muerte de las personas, ha caído desde el principio de los tiempos y caerá hasta su final, es algo inevitable, al igual que la muerte… He llegado tras mi estancia y experiencia en esta absurda guerra a la conclusión de que lo que en verdad nos atormenta es la mane Ʉ