Lejos del ruido Lejos del ruido teaser | Page 13

bote dejó una estela de espumas. Con la vista en el cielo, Trevor se fijó que una gaviota volaba hacia el islote del faro. La gaviota graznó en repetidas ocasiones, hasta que des- apareció del horizonte. Trevor extendió el brazo izquierdo, sumergiéndolo con levedad en el agua salina. Sintió el roce del líquido frío. Miró hacia atrás. San Andrés era un cúmulo de hogares pequeños. Viviendas distantes, casi sin importancia. Luego, escudriñó adelante. El faro se encontraba rodeado por eucaliptos bien visibles. Debido al bullicio del motor, Patrice levantó la voz. Expresó que el faro no quedaba tan lejos como suponía. A pocos metros del islote, Patrice bajó la velocidad de la embarcación. Patrice encalló en una ribera de dunas volcánicas, umbrías. Los hombres descendieron del bote. Juzgaron que el sitio era menos agreste de lo que creían. Hallaron un sendero de tierra, casi oculto por los eucaliptos. En el trayecto, los hombres es- cucharon el trinar de un zorzal. El ave gorjeaba con el paso de los recién llegados. Al final del sendero, descubrieron una valla de púas, pero esta era lo suficiente baja como para cruzarla sin esfuerzo. El faro se presentaba delante de ellos, incólume. El faro poseía unos cuarenta metros de altura. Un blanco calcáreo definía su fachada de cemento. La planta baja, de tono ambarino, poseía ventanas pequeñas, dispuestas en desorden. En la cúpula, de matices rojos, se divisaba un balcón. En las cercanías, Trevor encontró huellas de zapatos. Patrice dijo que, tal vez, pertenecieron a un farero que se marchó del islote hacía varios años. A pesar de las reticencias de Patrice, continuaron rumbo al faro. Para sorpresa de ambos, en la entrada había una puerta semiabierta. En el interior del faro, los hombres apreciaron un espacio lóbrego, de paredes plomizas. Hallaron varios objetos: un 