BOE núm. 5
Sábado 5 enero 2008
personales, a través de rótulos, fotografías, juegos de
esconderse y aparecer, de espejos o de canciones.
Exploración e identificación de algunas partes del propio
cuerpo y del de los demás, señalándolas y nombrándolas en
juegos y actividades cotidianas como vestirse, desvestirse,
aseo personal, reconociendo algunas características propias
y consiguiendo progresiva competencia.
Experimentación de sentimientos de seguridad, afecto
y competencia en la realización de actividades diversas.
Percepciones sensoriales diversas: visuales, táctiles,
auditivas..., en situaciones educativas cotidianas como juegos, corros, comidas o aseos. Expresión de preferencias.
Exploración y toma de conciencia de sus posibilidades, intereses y limitaciones motrices en actividades
como gatear, andar, subir y bajar, saltar, deslizarse o
rodar, disfrutando con sus logros.
Adaptación progresiva del tono, equilibrio y coordinación de movimientos a las características de los objetos
que se le ofrecen y a diferentes acciones como chupar,
golpear, apretar, enroscar, encajar, juntar o pedalear,
mostrando iniciativa y curiosidad por aprender nuevas
habilidades.
Adquisición de pautas elementales de interacción
social en situaciones y en actividades cotidianas, aceptando algunas normas e incorporándolas a su comportamiento habitual.
Identificación y expresión de emociones básicas propias y ajenas, como alegría o miedo, iniciando actitudes
de empatía para aprender, con ayuda, a vivir juntos.
Aceptación y control progresivo de las emociones en
situaciones habituales y desarrollo de sentimientos de
seguridad y confianza en las relaciones interpersonales.
Actitud receptiva ante demostraciones de consuelo y
afecto de adultos conocidos y compañeros y manifestación de afecto hacia las personas cercanas.
Bloque 2. Bienestar personal y vida cotidiana.
Adaptación progresiva de los ritmos biológicos propios a las rutinas socialmente establecidas, anticipándose
y colaborando en las actividades de la vida diaria.
Identificación de necesidades básicas como sed,
sueño, higiene, movimiento o afecto, mostrando confianza en sus posibilidades para satisfacerlas autónomamente o con ayuda.
Adquisición de algunos hábitos y normas básicas en
relación con la alimentación, el aseo, el descanso o el vestido, identificando los utensilios y espacios necesarios y
utilizándolos adecuadamente.
Satisfacción por participar en tareas de la vida cotidiana, aceptando progresivamente frustraciones inevitables y asumiendo responsabilidades.
Confianza en las propias posibilidades para re ͽ