1030
Sábado 5 enero 2008
niño a comunicarse de forma significativa. En este intercambio hay que valorar la progresión en las respuestas
comunicativas del niño que van desde la sonrisa y el balbuceo, hasta señalar y realizar vocalizaciones. Así, en un
primer momento se observará la comunicación gestual
(mirar, sonreír, señalar con un dedo, dar palmadas de alegría, mover la cabeza para decir sí o no, decir adiós con la
mano o pedir cosas con gestos). Se valorará la incorporación y uso sucesivo de sonidos, onomatopeyas, repetición de finales de palabras, etc. que indiquen su intención
de aprender y usar la lengua oral.
También habrá que observar si utiliza inicialmente el
llanto, las emisiones vocálicas elementales, la sonrisa, los
movimientos para señalar, etc., como instrumentos de los
que se vale para comunicar sus necesidades, sensaciones
y deseos. Igualmente se valorará su comprensión de las
intenciones comunicativas del adulto en situaciones de
juego a través de su participación en los mismos.
2. Utilizar la lengua oral del modo más conveniente
para la comunicación con sus iguales y con adultos,
según las intenciones comunicativas, y comprender mensajes orales diversos, mostrando una actitud de escucha
atenta y respetuosa.
Mediante este criterio se evalúa el desarrollo de la
capacidad para expresarse y comunicarse oralmente. Se
valorará el interés e iniciativa para comunicarse con las
otras personas. En un primer momento se observará la
comunicación gestual y, a continuación, y de manera
paralela, el uso sucesivo de sonidos, repeticiones de palabras, palabras asociadas a los gestos, combinaciones de
dos palabras, etc., hasta llegar a frases completas que le
permiten expresarse con claridad y corrección suficientes
y llevar a cabo diversas intenciones comunicativas, como
expresar necesidades, preferencias, pedir ayuda, informar de algún hecho, dar sencillas instrucciones o participar en conversaciones en grupo.
Se valorará si muestra interés en comunicarse y si se
comunica fácilmente con los adultos y con sus compañeros, así como el interés y el gusto por la utilización cada vez
más pertinente y creativa de la expresión oral para regular
la propia conducta, para relatar vivencias, razonar, resolver
situaciones conflictivas, comunicar sus estados anímicos y
compartirlos con los demás, construir significados.
Igualmente este criterio se refiere a la capacidad para
escuchar y comprender todos los textos, incluidos mensajes, relatos, producciones literarias, descripciones, explicaciones e informaciones que les permitan participar en la
vida del aula. Se observará si entiende órdenes e instrucciones que serán inicialmente muy sencillas, si escucha los
cuentos y las explicaciones con atención y las comprende
globalmente respondiendo con expresiones, gestos o
acciones a lo que se está relatando, si es capaz de volver a
contar total o parcialmente un cuento o anticipa el contenido de cuentos o reconoce las modificaciones en los cuentos conocidos, si participa en la resolución de adivinanzas,
la recitación de poesías, si repite parte de una retahíla o
rutina y si disfruta con estas actividades así como si relaciona lo que escucha con experiencias anteriores.
También se valorará cuándo comienza a realizar preguntas, si hace preguntas a menudo, si dichas preguntas
son pertinentes, y en especial si pregunta cuando pierde
la comprensión.
El respeto a los demás se ha de manifestar en el interés y la atención hacia lo que dicen y en el uso de las
convenciones sociales, como guardar el turno de palabra,
escuchar, mirar al interlocutor y mantener el tema y el
apoyo de señales paralingüísticas con intención de reforzar sus intenciones comunicativas. Se valorará tambié