Leemos el camino segundo A Los chicos leemos El camino versión 2 B con introd | Page 6
tratara de un cuerpo extraño. Su madre se pasó el envés de la mano por la punta
de la nariz remangada y sorbió una moquita. "El momento debe de ser muy
especial cuando la madre hace eso que otras veces me prohíbe hacer a mí", pensó
el Mochuelo. Y sintió unos sinceros y apremiantes 9 deseos de llorar.
La madre prosiguió:
—Cuídate y cuida la ropa, hijo. Bien sabes lo que a tu padre le ha costado todo
esto. Somos pobres. Pero tu padre quiere que seas algo en la vida. No quiere que
trabajes y padezcas como él. Tú —le miró un momento como enajenada— puedes
ser algo grande, algo muy grande en la vida, Danielín; tu padre y yo hemos querido
que por nosotros no quede.
Volvió a sorber la moquita y quedó en silencio. El Mochuelo se repitió: "Algo muy
grande en la vida, Danielín", y movió convulsivamente la cabeza. No acertaba a
comprender cómo podría llegar a ser algo muy grande en la vida. Y se esforzaba,
tesoneramente, en comprenderlo. Para él, algo muy grande era Paco, el herrero,
con su tórax inabarcable, con sus espaldas macizas y su pelo híspido 10 y rojo; con
su aspecto salvaje y duro de dios primitivo. Y algo grande era también su padre,
que tres veranos atrás abatió un milano 11 de dos metros de envergadura... Pero
su madre no se refería a esta clase de grandeza cuando le hablaba. Quizá su
madre deseaba una grandeza al estilo de la de don Moisés, el maestro, o tal vez
como la de don Ramón, el boticario, a quien hacía unos meses habían hecho
alcalde. Seguramente a algo de esto aspiraban sus padres para él. Mas, a Daniel,
el Mochuelo, no le fascinaban estas grandezas. En todo caso, prefería no ser
grande, ni progresar.
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Apremiantes: Inevitables
10
Híspido: Erizado, tieso
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Milano:Ave rapaz diurna de tamaño mediano , plumaje pardo rojizo en el cuerpo , cola ahorquillad
a y alaslargas , por lo cual tiene el vuelo facilísimo y sostenido , y que se alimenta con preferenc
ia de roedorespequeños , insectos y carroñas .
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