Leemos el camino segundo A Los chicos leemos El camino versión 2 B con introd | Page 38

Démosle gracias. Ya en el pequeño cementerio rayano a la iglesia, cuando cubrían con tierra el cuerpo descarnado de Elena —la Guindilla del medio—, varias plañideras 129 comenzaron a gimotear 130 . La Guindilla mayor se encaró con ellas, áspera y digna y destemplada: —No la lloréis —dijo—; ha muerto de desidia 131 . Y, desde entonces, el trío se convirtió en dúo y en la misa de ocho que don José, el cura, que era un gran santo, rezaba ante el altar de san Roque, se echaba de menos el afilado y breve volumen de la Guindilla difunta. Pero fue aún peor lo que ocurrió con la Guindilla menor. A fin de cuentas lo de la del medio fue designio de Dios, mientras lo de la otra fue una flaqueza de la carne y por lo tanto debido a su libre y despreocupado albedrío 132 . Por aquel entonces se estableció en el pueblo la pequeña sucursal del Banco que ahora remataba uno de los costados de la plaza. Con el director arribó un oficialito apuesto y bien vestido al que sólo por verle la cara de cerca, a través de la ventanilla, le llevaban sus ahorros las vecinas de la calle. Fue un buen cebo el que utilizó el Banco para atrapar clientela. Un procedimiento que cualquier financiero de talla hubiera recusado, pero que en el pueblo rindió unos resultados formidables 133 . Tanto fue así que Ramón, el hijo del boticario, que empezaba entonces sus estudios jurídicos, lamentó no estar en condiciones todavía de elaborar su tesis doctoral que hubiera hecho muy a gusto sobre el original tema "Influencia de un personal escrupulosamente escogido en las economías de un pueblo". Con lo de "economías" se refería a "ahorros" y con lo de "pueblo", concretamente, a su "pequeña aldea". Lo que ocurría es que sonaba muy bien aquello de "economía de un pueblo" y daba a su hipotético 134 trabajo, y aunque él lo decía en broma, una mayor altura y un alcance mucho más amplio. 129 Plañideras: Mujer llamada y pagada que iba a llorar a los entierros . 130 Gimotear: Hacer los gestos y suspiros del llanto sin llegar a él . 131 Desidia: Negligencia , falta de cuidado . 132 Albedrío: Voluntad no gobernada por la razón , sino por el apetito , antojo o capricho . 133 Formidables: Muy temible y que infunde asombro y miedo . 134 Hipotético: Perteneciente o relativo a la hipótesis o que se funda en ella . 38