Leemos el camino segundo A Los chicos leemos El camino versión 2 B con introd | Page 37
carácter y manera de ser trascendía al pueblo que, por los gritos y estridentes 126
reconvenciones que a toda hora salían de la trastienda y la casa de las Guindillas,
seguía la mala, y aun peor, situación de las relaciones fraternas. Eso sí, decían en el
pueblo y debía ser verdad porque lo decían todos, que jamás mientras las tres
Guindillas vivieron juntas se las vio faltar un día a la misa de ocho que don José, el
cura, que era un gran santo, decía en la parroquia, ante el altar de San Roque. Allí
caminaban, tiesas y erguidas, las tres, hiciera frío, lloviera o tronase.
Además marchaban regularmente, marcando el paso, porque su padre, aparte de
los ahorros, dejó a sus hijas en herencia un muy despierto y preciso sentido del
ritmo militar y de otras virtudes castrenses. Un—dos, un—dos, un—dos; allá
avanzaban las tres Guindillas, con sus bustos secos, sus caderas escurridas y su
soberbia 127 estatura, camino de la iglesia, con los velos anudados a la barbilla y el
breviario 128 debajo del brazo.
Un invierno, la del medio, Elena, murió. Se apagó una mañana fosca y lluviosa de
diciembre. Cuando la gente acudió a dar el pésame a las dos hermanas
supervivientes, la Guindilla mayor se santiguaba y repetía:
—Dios es sabio y justo en sus decisiones; se ha llevado a lo más inútil de la familia.
126 Estridentes: Dicho de un sonido : Agudo , desapacible y chirriante .
127 Soberbia: Exceso en la magnificencia , suntuosidad o pompa , especialmente de un edificio .
128 Breviario: Libro que contiene el rezo eclesiástico de todo el año .
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