Leemos el camino segundo A Los chicos leemos El camino versión 2 B con introd | Page 195
Es expresivo y cambiante el lenguaje de las campanas; su vibración es capaz de
acentos hondos y graves y livianos 678 y agudos y sombríos. Nunca las campanas
dicen lo mismo. Y nunca lo que dicen lo dicen de la misma manera.
Daniel, el Mochuelo, acostumbraba a dar forma a su corazón por el tañido de las
campanas. Sabía que el repique 679 del día de la Patrona sonaba a cohetes y a
júbilo y a estupor desproporcionado e irreflexivo. El corazón se le redondeaba,
entonces, a impulsos de un sentimiento de alegría completo y armónico. Al
concluir los bombardeos, durante la guerra, las campanas también repicaban
alegres, mas con un deje 680 de reserva, precavido y reticente 681 . Había que tener
cuidado. Otras veces, los tañidos eran sordos, opacos, oscuros y huecos como el
día que enterraron a Germán, el Tiñoso, por ejemplo. Todo el valle, entonces, se
llenaba hasta impregnarse de los tañidos sordos, opacos, oscuros y huecos de las
campanas parroquiales. Y el frío de sus vibraciones pasaba a los estratos de la
678 De poco peso
679 Tañer o sonar repetidamente y con cierto compás enseñal de fiesta o regocijo
680 gusto o sabor .
Desconfiado
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