Leemos el camino segundo A Los chicos leemos El camino versión 2 B con introd | Page 173
De improviso se vio en tierra firme, rodeado de un clamor estruendoso,
palmetazos que le herían la espalda y cachetes y besos y lágrimas de su madre,
todo mezclado. Vio al hombre enlutado que llevaba del brazo a la Mica y que le
decía, sonriente: "Bravo, muchacho". Vio al grupo de "los voces impuras" alejarse
cabizbajos. Vio a su padre, haciendo aspavientos y reconviniéndole y soltando
chorros de palabras absurdas que no entendía. Vio, al fin, a la Uca—uca correr
hacia él, abrazársele a las piernas magulladas y prorrumpir en un torrente de
lágrimas incontenibles...
Luego, de regreso a casa, Daniel, el Mochuelo, cambió otra vez de parecer en
el día y se confesó que no tenía ningún motivo para estar atribulado. Después
de todo, el día estaba radiante, el valle era hermoso y el novio de la Mica le había
dicho sonriente: "¡Bravo, muchacho!“.
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